LOS ÁNGELES.- La irrupción de la actriz hollywoodense Lindsay Lohan en la semana de la moda de París como "asesora creativa" de una firma de alta costura destrozó los ánimos de un gremio jaqueado por la crisis económica que se resiste a rendirse a las modelos de tabloides baratos.
"Aunque ciertamente la moda se ha dirigido a las celebridades para vender, creo que hemos visto muy bien ’la gota que rebasó el vaso’ con la aparición de Lohan para Ungaro", dijo a la AFP Steven Faerm, director del programa de diseño de moda BFA en la prestigiosa escuela Parsons en Nueva York.
"Personalmente pienso que es una indicación de que algunas casas están haciendo todo lo que puedan por mantenerse a flote en esta difícil economía", apuntó Faerm.
La opinión del profesor de la Parsons echó más leña al fuego desatado por el desfile de la colección Otoño/Invierno de la firma Ungaro, presentada el domingo pasado en la Semana de la Moda parisina por la diseñadora catalana Estrella Archs con la "asesoría creativa" de Lohan, actriz de 23 años, archiconocida en Hollywood por escándalos por problemas de droga y alcohol.
Hace años que está servido el debate sobre la "popularización" del diseño por parte de cadenas de ropa y la crisis de la industria ante el abaratamiento de los costos con la producción asiática, una coyuntura que ha sabido aprovechar la cadena H&M, entre otras, lanzando a precios accesibles colecciones firmadas por Madonna, Jimmy Choo y Karl Lagerfeld.
Pero la muestra de vestidos al ras de las nalgas y cubrepezones en forma de corazones de Lohan y Archs sacudió a novatos y expertos en el arte de crear tendencias de vestimentas.
"Encuentro triste que en nuestra sociedad un producto pueda vender simplemente porque un consumidor tiene una afinidad con una personalidad/ celebridad asociada a eso más que al producto en sí", agregó Faerm.
"Cuando fue anunciado por Ungaro, WWD (la biblia de la moda mundial) puso una imagen gigante en su portada de Lindsay Lohan y se escuchaba a todo el mundo diciendo ¿en qué estaban pensando?", dijo a la AFP Wendy Bendoni, colaboradora del sitio especializado StyleLens y profesora en la escuela de diseño Woodbury University, al norte de Los Angeles.
"Normalmente un ’asesor creativo’ era algo que se escuchaba para crear algo para una marca privada para (la cadena) Macys no para una colección para la semana de la moda de París", apuntó la diseñadora Bendoni, confesando que la fusión Lohan-Ungaro provocó "dolores de estómago" en el sector.
Para Farah Chajin, ex profesora de diseño de accesorios en la Universidad de California de Northridge, "muchas marcas tienden a incluir celebridades para llamar la atención" y aunque muchos casos anteriores han dado resultado consideró que "la colección de Ungaro con Lohan no fue acertada".
"Careció de creatividad e innovación", dijo Chajin, sin descartar que quizás el objetivo era simplemente "crear controversia". Pero no duda que el costo será alto.
Después de toda la pompa con que Ungaro anunció el nombre de la protagonista de cintas Disney y dueña de una línea de ’leggigns’ (calzas) que se vende en Estados Unidos, su debut "terminó siendo el desfile de la vergüenza", sentenció la crónica especializada de Booth Moore en Los Angeles Times.
Para Bendonia "la industria de la moda está siendo golpeada como todas las demás industrias pero es un momento para que diseñadores únicos, inspiradores y originales florezcan".
Al sostener que diseñadores de lujo de casas como Louis Vuitton y Alexander McQueen han demostrado que con estrategias innovadoras de mercadeo en internet se puede capear la crisis, la jugada de Ungaro "mató" ese intento "por mantener la cabeza en alto", dijo Bendonia.
El profesor Faerm de la Parsons cree que la jugada de Ungaro apuntó a llamar la atención y a la prensa en tiempos de presiones económicas, pero consideró que la convocatoria de una celebridad sin sofisticación a una tarea tan monumental podría terminar lastimando a una casa con historia en el glamour.
"Vivimos hoy en un mundo donde se puede hacer cualquier cosa una vez su nombre es una marca, no importa cuáles son sus calificaciones, y eso lo encuentro inquietante", lamentó Faerm.