Luego ''Turistas'', Scherson confiesa que ya se siente como una directora de cine.
Carla Dannemann, El MercurioVALDIVIA.- El haber concluido y estrenado su segundo largometraje, es para Alicia Scherson el piso para poder decirlo con toda propiedad: "Ya soy directora". La realizadora de "Turistas", que además de competir en Valdivia ya se encuentra en las salas santiaguinas, ha ganado una seguridad que la entusiasma a adentrarse en aguas desconocidas para su próximo desafiante proyecto.
"El desafío al hacer la segunda película es lograr encontrar esa energía necesaria que te asegure que esto es a lo que te dedicas", explica Scherson, que con "Turistas" se adentra en la historia de una mujer (Aline Küppenheim) que atraviesa un frágil momento de cuestionamientos, que al tropezarse con un mochilero noruego termina intentando responder en medio de la naturaleza y un pequeño puñado de particulares personajes, que ayudan a afinar el fino humor negro que atraviesa todo el metraje.
Scherson ahora ya se dice directora, pero con su próximo proyecto probablemente tendrá más miradas inquisidoras sobre ella. Será la primera vez que adapte una novela para el cine y, para hacerlo más complejo, es una del laureado Roberto Bolaño.
¿Por qué te cambiaste radicalmente del ambiente urbano de "Play" a la naturaleza que rodea "Turistas"?
"Yo creo que había varias cosas. Había ganas personales de ir a la naturaleza, de viajar, de salir de la ciudad y de reencontrar una vida de excursión, de camping, que yo había tenido de chica. Esto de la vida adulta, tan profesional, hace que las vacaciones siempre sean con Internet y tan cortitas, la posibilidad de irse a acampar un tiempo largo se había perdido. Y también ganas de filmar muy concentrado fuera de la ciudad".
¿El rodaje fue como estar de campamento?
"Totalmente. No estábamos en carpas, sino en cabañas, pero en un ambiente muy rústico, sin Internet, sin teléfonos, sin celulares y sin luz. Usábamos generadores, velas, fogatas. Fueron 30 días muy intensos, con unión de equipo y mucha concentración en el trabajo".
¿Tener a Aline Küppenheim como protagonista fue sólo por haber trabajado con ella antes o influyó su vida particularmente vinculada a la naturaleza?
"Yo en 'Play' le di un papel sin conocerla. Era un poco más externo, más secundario y funcional. Su papel estaba basado mucho en su look versión urbana. Pero ahí al conocerla personalmente y ver todas sus posibilidades actorales, su inteligencia para entender otras cosas, escribí este proyecto pensando un poco en ella".
En la película se perciben una serie de conversaciones, objetos o situaciones cotidianas, que a veces pasan desapercibidas. ¿Eres de aquellas que van con una libreta por la calle anotando lo que sucede a tu alrededor?
"Totalmente, con la libretita también. Esa es una práctica a la que uno se acostumbra. Primero uno lo hace espontáneamente antes de ser cineasta. Podía pasar tiempo con amigos mucho rato mirando a la gente, viendo detalles y riendo de las cosas que ves al pasar. Después te das cuenta que ese material es súper valioso para escribir un guión y lo haces una práctica más normal".
¿Será muy drástico el cambio ahora que en la película “El futuro” adaptarás una obra de Roberto Bolaño?
"Hay cosas que son comunes a mis películas y va a haber una continuidad fluida, en los diálogos y la construcción de los personajes. Pero hay otros desafíos, como la atmósfera de Bolaño, que es mucho más oscura y un poco apocalíptica, que contrasta con el colorido y el clima un poco veraniego que he planteado en mis películas. Esta película tiene mucha oscuridad, personajes más marginales. Tiene mucho sexo y ninguna de mis películas tiene mucho sexo, tienen algunas escenas inocentes o ligeras, pero esta tiene sexo más hardcore y de distintos tipos, mucho más explícito. Y esas cosas son entretenidas para enfrentar como directora".
¿Te preocupa que haya un fuerte foco sobre ti por adaptar a un autor con un cartel tan grande como el que hoy tiene Bolaño?
"Sí, pero también me ayuda el espíritu de Bolaño de hacer un poco lo que quería. Específicamente esta novela la escribió por encargo, fue una comisión editorial, por lo tanto hay gente dentro de los bolañianos que la encuentran menor, una novela chiquitita. Se llama “Una novelita lumpen”, o sea el mismo Bolaño la desprecia o la pone en un lugar como de lo desechable, de lo barato. Yo creo que eso es súper útil y liberador para poder enfrentar una película que trata sobre eso, del mundo de lo “b”, de la trastienda, de lo pobre, de lo malo. Jamás se contempla como una obra maestra, como el aura que rodea “Los detectives salvajes”, que me paralizaría. Aquí hay una cosa de juego, de cosa desechable y de encontrar en esta basura pop de sexo posmoderno un brillo de algo".
¿En qué etapa está la película?
"Ya está el guión escrito y nos hemos adjudicado dos fondos: el Ibermedia y el Fondart. Estamos en preproducción, pero igual el rodaje lo planteamos para el segundo semestre del próximo año, por lo que hay tiempo. Puede que sea filmada en Chile algunas cosas, pero la novela está ambientada en Roma. Lo más probable es que siga siendo en Roma o pueda ser cambiada por otra ciudad, pero tiene que ser del primer mundo, en la que estos hermanos (protagonistas de la novela) son inmigrantes. Eso es muy importante, porque tienen que estar muy solos".
La segunda película de Scherson ya está presente en los cines nacionales y hoy además tendrá su última exhibición en el Festival de Valdivia, a las 12:00 horas en el Aula Magna de la Uach, como parte de la Competencia Oficial de Largometrajes.