Gandharva es el nombre que reciben en el hinduismo ciertas divinidades con especiales dotes para la música. O, en palabras del músico Cristóbal González, el nombre que reciben en India los músicos que tocan para los dioses. Desde el jueves 22 de octubre de 2009 habrá una nueva definición circulando. Gandjarvas, con jota, es el grupo que debutará ese día entre el cantante César Farah y el propio Cristóbal González, los precursores de una de las banas pioneras en el rock chileno mestizo de los años '90, Santo Barrio.
Luego de imprimir éxitos como "Tony Manero" y de tocar juntos en ese grupo hasta el alejamiento del cantante en 1999, sus caminos se bifurcaron. Mientras González ha seguido al frente de Santo Barrio hasta hoy, Farah creó Cumpleañoemono, se dedicó a la docencia y ha publicado las novelas "Trilogía karaoke" (2006) y "Gran dios salvaje" (2009). Pero el receso iniciado por Santo Barrio este año abrió espacio para el reencuentro entre ambos compañeros, quienes en julio formaron el nuevo grupo y ya han hecho sus primeras grabaciones de prueba.
-Coincidió con que nos volvimos a juntar primero como amigos y hablamos de la vida, del rock, y nació muy naturalmente la idea de componer otra vez -dice Farah-. Y la verdad ha sido muy intenso. En un mes teníamos cinco o seis temas. De hecho me quedé un poco impactado porque se fue por un tubo, y hubo una cosa de volver a las raíces. Nunca dejamos de hacer música en estos diez años, y fue como volver a los años en que nos juntábamo en mi casa a hacer música con nada. No quisiera usar la palabra melancolía, porque remite a tristeza. Pero sí nostalgia, porque remite a esa época.
-¿Y qué cosas son distintas ahora?
Farah: Primero que los dos estamos más viejos. Cuando nos reunimos Cristóbal hacía muy poco había sido padre, yo venía saliendo de una separación, había distintos procesos. Y por otra parte la música también ha ido cambiando. Es el mismo espíritu, pero los estilos se han ampliado, las generaciones ahora tienen posibilidades mucho mayores y uno está nutrido de más música. Y en todo este período ambos seguimos escuchando los referentes musicales de este tiempo.
González: Ha sido grato recuperar la amistad después de que nos habíamos distanciado. La música tomó forma rápidamente. En la primera etapa trabajamos en forma muy silenciosa, sin muchas expectativa, para que avanzara lo más naturalmente posible en recuperar ese espíritu más primigenio, la química compositiva. Y si a eso le sumas la experiencia a los dos nos llenó de energía. En la etapa posterior hicimos una selección entre gente que admirábamos y con la que habíamos querido tocar.
De este modo la formación completa de Gandjarvas consiste en Farah y Cristóbal González (voces), Rodolfo Jipi Vargas (guitarra y coros), El Gran Satán (bajo) y Roberto Tito Díaz (batería). Vargas es guitarrista de la banda de ska Drakos; el bajista, también conocido como Andrés Maqui Cruzat, proviene de Interdictos, y Díaz tocó en la siempre consciente banda de ska Sandino Rockers. "Estoy súper orgulloso de tocar otra vez con Cristóbal, con el Maqui que tocaba en Interdictos, y particularmente con nuestro baterista, que es un Sandino Rocker, una de las mejores bandas de la época y además full coherente", dice Farah.
A dos voces
Canciones con títulos como "Dale cariño, dale Viagra", "La hora buena", "Narco" y "Paranoia" son parte del repertorio del flamante grupo.
-¿Son siempre dos voces simultáneas?
Farah: Sí, es una química que siempre tuvimos y tiene que ver con que nuestras primeras armas compositivas las hicimos juntos. Componemos los dos. Yo tengo una línea, un pedazo de letra, él (González) lo complementa con otro pedazo, otro verso.
-No es Lennon - McCartney.
Farah: No, pero ése es un dato relativamente tramposo, porque de todos modos ellos trabajaban mucho juntos.
-Por ejemplo, un verso al azar de Gandjarvas: "Una banda inconfundible con sonido orgánico / mira como viene mira a robarte el pánico", ¿de quién es?
Farah: ¡Es de los dos! Cristóbal: sí o no. Sí o no. El Cristóbal siempre usa esas rimas, es capaz de en dos frases tener el medio discurso. Que como sabemos en la vida real no es así porque el tipo es re bueno para hablar (sonríe). Y yo seguramente tengo más amor por las palabras, entonces me quedo medio pegado. Es insólito que hayas pensado en esos versos, es ejemplificador del estilo de cada uno. El primero para mí es típicamente Cristóbal y el segundo es mío.
González: Por lo general tengo cierto sentido rítmico musical y más o menos una claridad, pero con las palabras soy un poco más limitado, y él (Farah) hace una especie de producción literaria y pone la palabra que faltaba. Al revés, César me presenta textos muy power pero les falta un poco de sentido musical. Yo continué en la mpusica, hice producción musical, y él escribe de una manera muy visceral, con mucha intensidad. Yo estoy en una posición de darle una forma musical más sólida. Con Santo Barrio hubo una etapa, por el '98, en que alcanzamos a tocar algunas canciones en vivo donde nos intercambiábamos como cantantes. Eso no tuvo mucha continuidad, pero fue súper interesante.
-¿Y ahora se trata de retomar desde ahí?
González: En realidad no había hecho ese link con la etapa de ahora. Pero tenemos muchas cosas en común a la hora de componer, confiamos en los sentidos, somos muy orgánicos y viscerales, componemos desde la guata, quizás César un poco más desde la vivencia y yo desde las ideas, ésa podría ser una diferencia. Se complementan dos formas de escribir, dos timbres de voces y dos maneras de cantar.
-En "Narco" hay otro verso que dice "Y me gustaría kickearte el ass / para que dejes mi barrio en paz".
Farah: Ese verso lo hice yo pero lo hice con la influencia de Cristóbal. Porque él anda con la influencia del rap en spanglish. Ese tema también es casi verso y verso, me gusta mucho. Y no es que nos pongamos como Don Graf. Nos crucifico a nadie en el tema de las drogas y no soy quién para tirar la primera piedra.
González: Pero se trata de la figura del narco en relación al barrio. Ahora que soy papá no me hace ninguna gracia que un cabro chico en un cibercafé en La Legua muere por una bala loca. Se trata de esta figura del narco que erosiona la vida del barrio popular.
A varios sonidos
Es misma canción funciona como muestrario de algunos de los sonidos que vienen incluidos en Gandjarvas.
-Quisimos darnos gustos -dice Cristóbal González-. Siempre nos gustó harto el rap rock, las películas de los batos locos, Cypress Hill, Molotov, Control Machete, Sangre por sangre. Es un tema en homenaje a todo ese sonido.
-¿Y "Dale cariño, dale Viagra"?
-Ese sonido medio "Tony Manero", un tema más humorístico, o tragicómico.
-"La hora buena" es un cruce de cumbia con reggae.
-Sí, parte de los primeros experimentos en ese género, El Gran Silencio, Celso Piña, Ozomatli. Me encanta ese sonido, lo encuentro muy representativo, pero lógicamente van llegando otros elementos más rockeros o más salseros.
-En cambio "Paranoia" es rock.
-Reggae rock, un sonido medio mexicanote, Panteón Rococó. Es una referencia sobre cómo el modelo enajena, una reflexión crítica sobre esa pérdida de valores esenciales, pero con elementos de rap rock que no se habían explorado tanto antes.
La más reciente adquisición del grupo es DJ Antioch, el disc-jockey del grupo de hip-hop Elefante Mecánico. "Tenemos un sonido modeno con el DJ", explica González. "No queríamos reproducir una estética tal cual. Me encanta la música con bronces, pero fueron súper característicos de Santo Barrio. Más me interesaba buscar estilos que no hubiéramos tratado. Dos punto cero. Creo que estamos aportando algo que está haciendo un poco de falta, esa crudeza que se perdió, el texto social que en muchos contextos está ausente, y se está echando de menos el sonido más guitarrero. Hay una gran explosión en torno al sonido cumbiero, pero está un poquito sobrecargado y hace falta un poco de guitarra eléctrica".