Juan Gabriel tiene tal cantidad de canciones populares que es capaz de dar un concierto de 250 minutos sin momentos bajos.
Harold CastilloLos funcionarios del Movistar Arena habían sido advertidos: en
su regreso a Chile tras cinco años, Juan Gabriel no se bajaría
fácilmente del escenario y cantaría hasta que el público lo quisiera.
Y así fue. Aunque en estricto rigor no hubo necesidad de pedir el bis,
pues el artista mexicano se subió a la tarima a las 21 horas y sólo
se movió de ahí más de cuatro horas después.
No hubo espacio para pausas, descansos o cambios de vestuario, el
ídolo azteca cantó ininterrumpidamente hasta la 1.15 de la madrugada. Gran parte del show lo hizo flanqueado por un grupo de mariachis, que
no sólo lo acompañaron en la música, sino también en el baile.
Sus 59 años y algunos kilos demás no impidieron que el intérprete
bailara ágilmente y con su estilo tan particular, desatando la euforia
de sus incondicionales. Si bien la platea estaba a un tercio de su capacidad, en galería no había un asiento disponible. Las fanáticas del artista corearon cada uno de sus éxitos, aunque el que más pidieron a coro, “El Noa Noa”, sólo llegó pasada la una de la mañana.
Antes hubo tiempo suficiente pata otros clásicos: “Amor eterno”, “Hasta que te conocí”, “Se me olvidó otra vez”, “Querida”, “Pero qué necesidad” y “Abrázame”, “No tengo dinero”, entre otros. El mexicano se presenta hoy en un nuevo show en el Movistar Arena, para el que hasta ayer aún quedaban tickets disponibles.