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Rock del perraje

Este grupo ha visto y ha sido parte de la evolución del punk rock en Chile en la última docena de años. Mierdaster sigue tocando al ritmo de siempre, con cuatro discos grabados y uno anunciado para el año próximo.

31 de Octubre de 2009 | 21:53 |

Con doce años desde su inicio en 1997, Mierdaster es un grupo con años suficientes como para haber vivido los prolíficos tiempos del punk chileno de fines de los '90, para haber probado la mezcla de esa música con el metal y otras influencias y para conocer tanto la vía del rock independiente como su acercamiento a la industria. Algo no cambia, eso sí. En el último mes el grupo ha ido a tocar a Osorno o Puerto Montt y en bares santiaguinos como La Gota, Mist, Rock & Guitarras o El Bar del Loco Baum, con la misma frecuencia y energía de una banda debutante.

-Aquí estamos en el perraje, fuertes y vigentes, comprometidos y consecuentes -declara al respecto el bajista y cantante del grupo. Mierdaster está integrado por el núcleo fundador entre Mauricio Almazán (voz y bajo), José Herrera (voz y guitarra) y Cristian Lueje (batería), quien volvió en 2009 tras un período de alejamiento, además de Sebastián Paredes (voz y guitarra), proveniente de la banda Nekroadictos e incoporado en febrero último. Su repertorio está en cuatro discos: las ediciones en casete Para los amigos (1997), Será para bien, será para mal (1999), su estreno a mayor escala con A través de estos ojos (2002) y el más reciente Sangrando (2006).

-¿Cómo ven el sonido de Sangrando ahora, a tres años de haberlo hecho? ¿Marcó una diferencia con lo que habían hecho antes?
-Totalmente -dice Almazán-. Sangrando es un disco y un sonido de violencia, los otros son más "contentos". No es que hayamos querido hacerlo así. Fue lo que salió en el momento. Algo lógico para una banda de doce años. Sangrando es lo que más nos define, creo, independiente de que el sonido es relativamente más primitivo que el A través (de estos ojos). Es una cazuela callejera de aventuras y desajustes que nos enorgullecen al máximo.

-¿Cómo han visto que ha cambiado el ambiente en el que Mierdaster ha estado tocando? Hace poco tocaron con Silverjack o Funeral, bandas más rocanroleras o hasta metaleras, o con Robot The Mimbre y Monjas con Atraso, que también son distintos entre sí.
-Sangrando también marcó una gran diferencia al llevarnos a otros públicos, a lo que llamamos "la unión de las masas", de la gente punk que gusta de la violencia, las mochas y la irreverencia, y de los metaleros que buscaban lo más rápido. Es muy interesante tocar temas de discos diferentes. Cambia la voz, cambia la composición y debes hacer todo igual o lo mas parecido por respeto a tu público.

-¿Algo así pasaba cuando empezaron, o eran más actuaciones con otros grupos punk? ¿Era más cerrado el circuito?
-Definitivamente era más cerrado. Hay algunos circuitos que se mantienen así, pero igual nosotros tocamos con todos, ya que compartir y pasarlo bien es nuestra esencia. El mejor ejemplo es que la primera tocata que tuvimos fue en el 3Ple X, ahora llamado Óxido (un bar del barrio Bellavista en Santiago), con (la banda metalera) Dogma. Y ya algunos metaleros cantaban nuestras borrachas y ordinarias canciones. Así fuimos creciendo, tocando con los punks y los metaleros, en el crossover criollo creo yo, desde guaguas.

Otro hito en ese recorrido fue la actuación de Mierdaster junto a las bandas metaleras A.N.I.M.A.L. y 2X, de Argentina y Chile respectivamente, recuerda el bajista. "Actualmente el circuito musical ha desarrollado grupos selectos de bandas que siempre tocan juntas, separándose del resto, y se ha perdido lo que había antes".


Los inicios en casete


Es el núcleo entre Almazán, Herrera y Lueje el que ha estado presenta casi sin excepción en los discos de Mierdaster. Sólo en Será para bien, será para mal (1999) y A través de estos ojos (2002) se sumó David Chico Cáceres (guitarra y trompeta), actual guitarrista y bajista de la banda rockera Rey de 6, y en Sangrado (2006) Lueje dejó su puesto a Felipe Peinado Medone (batería), también integrante del grupo Zankuokai junto a la cantante Regina Crisosto, hoy en MediaBanda.

-¿Cómo recuerdan el trabajo de esas primeras ediciones de Mierdaster?
-Fue algo muy especial, muy verdadero. En ese tiempo teníamos un pseudo manager que nos apoyó mucho y pudimos materializar lo que hacíamos. El logro fue monumental, porque sonó un cañón y ya no teníamos que acordarnos de cómo habíamos tocado: ya estaba plasmado en un plástico transparente con dos ruedas, listo para ponerlo en la radio y gozar. Nosotros queríamos gozar tocando música, con letras fuertes que provocaran alguna reacción en la cara de la gente.

-¿Recuerdan haber sido parte de un auge de cassettes de punk chileno a fines de los '90, cómo se originó eso y qué pasó después?
-Sí lo recuerdo, se originó porque muchas de las bandas que partimos queríamos gritar y cada peso que teníamos lo invertíamos en la banda. Pero "sorpresivamente" la gente compraba más material de afuera que el nacional, situación a la que nos adaptamos y que se sigue dando. Lamentablemente hay poca gente que lucha por tener el disco original cuando lo puedes bajar por Internet. Yo tengo los originales de mis bandas predilectas y pretendo seguir así porque eso es apoyo. Ahora, por ejemplo, estoy esperando el de Monjas Con Atraso, porque ya tengo el EP original. A mí me gusta que cuando tocamos las bandas me den material de ellos firmado. Eso vale oro, porque es trabajo.

-Mierdaster partió antes de que Internet se transformara en la herramienta que es ahora. ¿Qué tanto y de qué manera afectó Internet al grupo, hizo las cosas distintas, más fáciles?
-Más fáciles en la difusión, mas difíciles en las ventas, en la retribución. Todos quisimos ser músicos de tomo y lomo y vivir de esto que es lo mejor de la vida. Pretendemos lograrlo aún, pero es difícil y muy lento. Logramos tener página (en Internet) y con esto abrirnos a Sudamérica y Europa, pero los cedes y casetes se quedaron ahí juntando polvo, aunque algunos los seguían comprando.


Punk, ska y metal


Un signo anecdótico del paso del tiempo es también la cantidad de alias que los integrantes del grupo han acuñado en estos años. El baterista Cristian Lueje ha sido llamado Timmy Peligro, Cristian CL Peligro (cita al nombre del baterista de la banda punk neoyorquina Dead Kennedys, D.H. Peligro) y hasta Pelao Leiva. Almazán a su vez ha sido Chino, Mauricio Holgazán o Kuato Chino Mamazán. Y José Herrera, el guitarrista, suma alias como Chuncho Pichulint, José Perrera, Lupicinio, Colorín, Coloro o Colores.

-Sólo debo decir que tenemos un guitarrista bien iluminado y creativo -comenta Almazán.

-¿Qué imágenes tienen del ámbito del punk rock en Chile cuando empezaron, en el '97?
-Unión irreverente. Ganas de gritar pensamientos, sin medir consecuencias. Había punks happy y punks enchuchados todos juntos y revueltos. Ese sonido característico sudamericano, de (las bandas argentinas) 2 Minutos, Attaque 77, no pulido, irreverente, en contra del negocio. Ahora es más elaborado el cuento y algunos caen en lo falso. Si nosotros caemos alguna vez en lo falso (lo que no pasará ni muertos) quemaremos la banda y todos sus recuerdos.

-¿Qué tan presente ha estado el metal en la música del grupo?
-Tatuado -recalca el bajista-. Desde niños la unión primaria fue Timmy (el baterista), a quien le gustaba el punk en español y ya venía con algo más violento que 2 Minutos; Colores (el guitarrista), que prefería el punk de afuera con matices rocanroleros y a veces ska, y a mí me gustaba más el metal, por influencia familiar desde los siete, y (la banda punk estadounidense) Bad Religion… bien raro. Pero salió algo interesante. Lo pasábamos, lo pasamos y lo pasaremos la raja tocando.
-¿El hardcore ha sido la línea principal? ¿Qué importancia tuvo para ustedes el ska al comienzo, por ejemplo?
-El ska es de las fiestas y de pasarlo bien. La música que sentíamos como conjunto tenía harto de eso. Cuando se fue David Cáceres, que tocaba guitarra y trompeta con nosotros, se llevó el ska. Seguimos invitándolo a participar con sus dotes musicales. Siempre Mierdaster fue "música para sacarse la mierda", ya sea riendo, peleando o sacándose el odio por algo. Ése es el concepto hasta el día de hoy. Yo creo que el hardcore sigue siendo lo primario, ¡pero el crossover se lo está comiendo! También hay bastante punk.

-En ese tiempo tomó fuerza el punk melódico también, y había grupos anarcopunk, grupos straight edge como Silencio Absoluto, Disturbio Menor… ¿ustedes se mezclaban entre todo eso, cada uno estaba en lo suyo?
-Nos mezclamos brígido. Mil veces nos tocó compartir con bandas con un ideal especial y a veces distinto al nuestro. Para nosotros fue algo nuevo e interesante. Con los años he aprendido a entender que cada persona tiene su ideal, y ahí es donde nace la real tolerancia. Aunque nos odiaran igual nos respetaban, al igual que nosotros a ellos. La idea del músico es entregar un mensaje, y esto debe ser nuestra única preocupación.

Sin bajar el ritmo, Mierdaster hasta tiene programadas sus primeras fechas para 2010: el grupo estará el 16 y el 17 de enero en Aysén y Coyhaique. "Queremos irnos a otros países, ojalá Argentina, Perú, Bolivia y Centroamérica", anuncia Almazán, "y estamos componiendo el disco nuevo que saldrá a fines de año o comienzos del próximo".

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