SANTIAGO.- Como una forma de incentivar la actividad cultural en Valparaíso, declarada Patrimonio de la Humanidad, el senador Nelson Ávila insistió en la necesidad de potenciar la creación de una Zona Franca Cultural, pese a la respuesta negativa de parte de las autoridades de Hacienda.
Cabe señalar que el parlamentario presentó una iniciativa que crea un régimen preferencial aduanero y tributario para la comuna de Valparaíso, la que fue declarada inadmisible y solicitó el patrocinio al Ministerio de Hacienda.
Sin embargo, la subsecretaria de Hacienda, María Olivia Recart, confirmó mediante un oficio dirigido al Senado que el Ministerio respectivo "no es partidario de acoger la actual propuesta de exención del pago del IVA en la producción y venta de libros dentro de la comuna de Valparaíso".
Puntualizó que "esta iniciativa es contraria a las política seguidas en cuanto a no incorporar nuevas exenciones al impuesto al valor agregado y en los regímenes tributarios de excepción (Zonas Francas)".
Al respecto, el senador Ávila, precisó que "efectivamente la estructura tributaria que tenemos en el país es extraordinariamente rígida y es muy difícil cambiar un impuesto o bien eliminarlo sin que exista una compensación ya sea con el alza de otro o con uno nuevo".
Agregó que "este ha sido un problema recurrente porque al igual que acontece con el 7% de los jubilados, este tipo de impuestos deberían eliminarse y reemplazarse con una mayor tasa impositiva a las utilidades de las empresas".
Sin embargo, "eso no ha sido posible porque la derecha no está por producir modificaciones en este ámbito. Hemos intentado en numerosas ocasiones terminar con el impuesto al valor agregado de los libros pero la iniciativa tampoco prospera así que este oficio del Ministerio de Hacienda es la constatación de algo que venimos experimentando desde hace tiempo".
Explicó que el medio cultural más fuerte y masivo, es el libro. Sin embargo, en nuestro país, "los libros son caros y no están al alcance de la clase media ni menos aún de los sectores más desposeídos".
El alto valor se debe a varios factores, como por ejemplo, el tamaño del mercado y la alta carga tributaria existente sobre toda la cadena de producción y comercialización de los mismos.
Desde el punto de vista tributario, los comerciantes de libros o textos impresos son comercializadores de bienes y generalmente no están clasificados como pequeños contribuyentes de la Ley de Rentas, lo que significa que deben tributar sobre la base de renta efectiva.
Por estas razones, existe la posibilidad de que estos contribuyentes, por sus características sean considerados como microempresas y, en particular en la Región de Valparaíso se podría crear una Zona Franca restringiendo su ámbito de aplicación a toda la cadena de producción y comercialización de insumos, servicios y mercancías relacionado con la producción y comercialización de libros y textos impresos, salvo la instalación de industrias tales como las plantas de celulosa.
Para ello, "habría que dictar una normativa de Zona Franca solo para aquellos contribuyentes que realicen actividades franquiciados y a los consumidores finales de libros y otros textos impresos", propuso el parlamentario.
Añadió que "el beneficio económico iría directamente al público en el sentido que los libros experimentarían una baja equivalente al valor agregado pero también es cierto que habría una menor captación tributaria para el Fisco".