Jaime Atenas (saxo), Hugo Pirovich (voz, flautas y percusión) y Pancho Sazo (voz): parte de Congreso en su sesión del pasado 2 de diciembre en el Teatro Municipal. El grupo hizo una antología orquestada de catorce canciones por sus 40 años.
Foto: Carlos Müller.
Si la coincidencia de dos iniciales es algo más que un accidente y entonces es una señal, de todos modos no deja de ser una señal implícita. No es muy sabido que la canción "Volantín de plumas", grabada por Congreso a mediados de los años '70, es un homenaje a Violeta Parra, homenaje en código como muchas señales en la música y la historia de este grupo chileno que en 2009 está cumpliendo justos cuarenta años de vida.
"Volantín de plumas" está sonando ahora como parte de la celebración mayor del aniversario: el primero de los dos conciertos preparados por primera vez por Congreso junto a una orquesta, en este caso la Orquesta del Teatro Municipal, dirigida por el maestro Eduardo Browne y con la solemnidad del propio Teatro Municipal de Santiago como escenografía. Y es uno de los momentos altos del repertorio de catorce canciones seleccionadas para el programa.
El propio Sergio Tilo González, fundador, baterista y compositor de Congreso, y por lo tanto autor natural de todas las orquestaciones de este concierto, usaba de manera indistinta las palabras "canciones" y "obras" para referirse a estas versiones. Y escuchando el resultado las dos eran correctas, en esta antología orquestada de Congreso, donde caben desde canciones tempranas de sus long play de los años '70 hasta algunas del nuevo siglo.
En ocasiones la orquesta se pliega al carácter de la canción, con un revestimiento de cuerdas que amplifica el sonido original, a veces con suavidad o en otras con el énfasis de un nuevo momento alto, en "En horario estelar". Es un homenaje más, y esta vez no tan implícito, a Víctor Jara, que termina con la primera de varias ovaciones con que el público alterará esa solemnidad inicial, en consonancia con el homenaje póstumo de tres días que en unas pocas horas más el cantor chileno recibirá previo a su definitivo funeral, por el ganado derecho de descansar en paz.
Pero a veces el arreglo va más allá y avanza sobre el terreno de la canción original: es cuando la "canción" se transforma en "obra". A eso ayuda mucho que, si bien la selección es generosa en composiciones para la voz del cantante Pancho Sazo, también son frecuentes los temas instrumentales. Entonces la orquesta no sólo amplifica, sino que transforma, y "Viaje por la cresta del mundo" se convierte en un viaje a Oriente, a lomo de esas notas deslizantes de los violines. Y en la apertura con "Sur" la orquestación parece remontarse a ese catálogo de obras que autores chilenos venidos de la academia compusieron sobre compases de tonada y otros motivos criollos para orquesta en la primera mitad del siglo pasado.
En medio, literalmente porque está en el corazón del programa, "Volantín de plumas" no sólo sigue siendo una de las músicas más conmovedoras de Congreso, ayer en manos del conjunto original, hoy entregada a toda orquesta, con esa melodía y modulaciones emocionantes de siempre. Además es un indicio de algo más: de que la orquesta siempre ha estado implícita en la música de este grupo, tal como Violeta Parra ha estado implícita en esa canción. Se escucha claro en la naturalidad con que estos arreglos son nuevos pero al mismo tiempo parecen haber estado todo el tiempo ahí, en espera de haber salido a la luz. "Sentimiento lindo que presiento hoy", canta un Sazo premonitorio en retrospectiva, desde uno de esos versos escritos por primera vez hace treinta años y vivos aquí y ahora, como la posibilidad cierta de que estos hombres ya hayan soñado con este sonido alguna vez. Es otra de las predicciones cumplidas que aparecen, más o menos implícitas, en la vida de este grupo fundamental.
