Historia viva y vibrante: cabaret cubano Tropicana cumple 70 años

LA HABANA.- El cabaret Tropicana de La Habana celebra este fin de año su septuagésimo aniversario como uno de los espectáculos musicales de mayor fama mundial y uno de los productos más conocidos de Cuba, junto a su ron y su tabaco.

En el lujoso complejo arquitectónico a cielo abierto, rodeado de bosque tropical, un equipo de 500 personas entre artistas y personal de servicio ofrece noche tras noche un espectáculo que combina música en directo, luz, el baile de sus exhuberantes bailarinas y exóticos vestuarios, que atrae hasta a un millar de visitantes por función, en su gran mayoría turistas europeos.

"Nuestro cabaret se ha ido convirtiendo en un lugar teatral, donde el mensaje es cultural, donde se entrelaza la cultura nacional con el turismo y se exporta categóricamente la imagen nuestra, la imagen de Cuba, la imagen de la cultura nacional", explica el director general de Tropicana, David Varela.

Con motivo del aniversario, Tropicana estrenó en la noche del lunes un nuevo show que se mantendrá en cartelera durante los próximos meses y que ofrece en algo más de dos horas un repaso por algunos de los que han sido sus espectáculos más característicos a lo largo de las últimas siete décadas, en su escenario de múltiples plataformas y con decenas de artistas actuando al mismo tiempo.

En el nombre del mambo, la rumba y el chachachá

Del repertorio ideado por Tomás Morales, con ritmos afrocubanos, rumba, mambo o chachachá, forman parte desde una coreografía inspirada en los carnavales de Brasil, otra de estética taurina, la actuación de una contorsionista, un conjunto de música "a capella" o recordatorios de las apariciones en Tropicana de Nat King Cole, con "Tenderly", o Rita Montaner, con su popular "Manisero".

"Se ha tratado de darle las gracias a artistas que realmente han pasado por esta pista y le han dado mucha gloria a la cultura nacional de este país", afirma Varela, desde hace seis años al frente de este espacio de entrenenimiento emplazado en el distrito de Marianao, a las afueras de la capital cubana.

Tropicana fue inaugurado para festejar el año nuevo de 1940. Inicialmente era un complejo dedicado al juego, al que se le sumó su espectáculo de cabaret como atractivo especial. Su nombre proviene de una canción de la época, de Alfredo Brito, y desde sus primeros años alcanzó una fama legendaria, con apodos como "el night club más atractivo y suntuoso del mundo" o "un paraíso bajo las estrellas", lema utilizado hasta hoy en su publicidad.

Música con la Revolución

Tras el triunfo de la revolución cubana liderada por Fidel Castro el 1 de enero de 1959, la dirección de Tropicana fue asumida por el gobierno revolucionario, que erradicó el juego en toda la isla, también en el cabaret, que pasó a partir de entonces a concentrarse en su faceta artística. "Sin chovinismo, en un país capitalista este cabaret no existiría en estos momentos. Hoy en día en el mundo no hay un lugar donde se mantenga 300 artistas y 200 trabajadores atendiendo al cliente. Eso se da específicamente en nuestro país, en nuestro sistema, en nuestras condiciones, que un cabaret como éste pueda salir todas las noches al año con la misma producción, con una orquesta en vivo, con momentos de hasta 80 artistas en el aire", afirma Varela.

La entrada, incluyendo una cena ligera, ron y refrescos, asciende a 70 pesos convertibles (73 dólares o 50 euros), un precio prohibitivo para la mayoría de cubanos. Pero Tropicana atrae según su director a un promedio de 150 mil turistas anuales, registrando en 2008 un récord de 200 mil visitantes, principalmente de Europa, pero también de países latinoamericanos como México, Argentina o Colombia. Varela explicó que la crisis económica mundial ha puesto este año entre paréntesis esa senda de crecimiento, pero espera que se regrese pronto a ella. Según dijo, entre los visitantes de Tropicana existe un nivel de satisfacción superior al 95 por ciento y se registra incluso una demanda creciente entre el público de Estados Unidos, país que prohíbe a sus ciudadanos viajar a Cuba, aunque decenas de miles lo hagan a través de terceros países. "Realmente sabemos que hay una gran demanda de clientes norteamericanos por visitar el cabaret", añadió.