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Cuenta hasta diez

El grupo que encabeza el músico y productor chileno Claudio Pérez conmemora su primera década de trabajo con un disco listo para descargar gratis desde Internet: es Zehn, y es un modo de escuchar voces tan distintas como las de Nicole o Nicanor Parra con el tratamiento electrónico de Usted No!

31 de Diciembre de 2009 | 10:32 |


Acaba de conmemorar diez años de trabajo con el nombre de Usted No! desde sus inicios en 1999, y el músico y productor chileno Claudio Pérez dejó registrado un inventario en su más reciente disco. Es una década en la que esa bitácora arroja cuatro grabaciones de diversa naturaleza, colaboraciones sobre el trabajo de músicos, cantantes, raperos y poetas tan diversos como el antipoeta Nicanor Parra y la estrella pop Nicole, y el sueño de la casa propia materializado en el sello disquero que el mismo Claudio Pérez creó para poner a disposición su música y la de otros.
 
Ese sello es 001 Records, que ya suma nueve lanzamientos desde 2007 junto a otros discos de músicos y grupos como Lluvia Ácida y Reflejo, que comparten con Usted No! el trabajo con herramientas de la música electrónica, a base de softwares o programaciones, junto a instrumentos análogos. Y ese disco de recopilación es Zehn, que ya está disponible para ser descargado en forma gratuita desde el mismo sello en Internet o netlabel. El contenido del disco es una serie de diez pistas divididas en tres partes, entre composiciones nuevas, remezclas para otros músicos y canciones elegidas de los discos previos del grupo.
 
-Era una fecha significativa para mí -explica Claudio Pérez-. Ya había un volumen de cosas hechas y metodologías distintas para hacer música. Son cosas que se generaron en forma física, en vivo y ahora; otras de reinterpretación o remezcla; y la música cien por ciento propia. Esos son los tres capítulos.
 
-¿Y esos tres equivalen a su vez a otras tantas formas de hacer música?
-Ya hilando fino, sí, está el criterio instrumental. Son cosas de ejecución musical, otras de ejecución mixta con lo digital y otras totalmente digitales. Y justo ahora tenía un volumen de cosas que ya podía señalar en cada categoría, para después de diez años dar cuenta de un hito. Incluso hay un cuarto capítulo de cosas inéditas.
 
Se refiere a que, además de sus discos publicados Demo de caza (1999), Conexión_Domeyko (2002), Tiembla! (2005) y Canguro cósmico (2007), Usted No! también tiene otros trabajos terminados pero sin publicar: Downtempo beats y Antimvsica, este último sobre la base de poemas de Nicanor Parra. De ahí proviene por ejemplo "Huainito" en Zehn, con la voz del antipoeta incluida.
 
Diez años definidos en dos horas
 
Zehn funciona en parte como la biografía sonora de Usted No! Ahí están "Cuatro meses de París a Coquimbo", una composición perteneciente al disco Conexión_Domeyko (2002), cuando el grupo estaba integrado por Claudio Pérez, Hugo Espinosa y Jorge Rivera, y que incluye un solo de piano del músico de jazz Mario Feito. También figura "Discurso 9", a partir de la voz y los versos de la poeta Úrsula Starke, editada en el compilado Oscilación: poesía + electrónica (2004). "Fallin(g)" se forma a partir de una letra de Fernando Lasalvia, integrante del grupo Rock Hudson, y apareció a su vez en el disco Tiembla!, versiones & remezclas (2005). Y "FroschkÖnig", con letra de la alemana Annegret Hielscher, pertenece al compilado Un paisaje electrónico (2006).
 
-En general son cosas que ya fueron publicadas en otros discos pero es difícil que la gente llegue a ellos. Por ejemplo el Conexión_Domeyko, a menos que hiciéramos una reedición -dice el productor.
 
-¿Cuánto fue descartado para armar el disco definitivo?
-Fue un ejercicio que nunca supe con certeza, pero me demoré dos horas en definirlo. En una semana hicimos las canciones nuevas, entre las bases, grabar y producir. Fuimos a buscar a Tea-Time y lo invitamos a grabar. A la hora de cerrar el disco final quería que también fueran diez temas.
 
-¿Y te llevó a hacer una revisión muy variada de tipos de música que has grabado?
-Sí, una de las cosas de las que me di cuenta después del ejercicio, aparte de que a nadie le gusta encasillarse, es que finalmente lo que he estado haciendo es fusión.
 
-¿Como Congreso, Los Jaivas, como el jazz fusión...?
-No, fusión de jazz o músicas contemporáneas, de música contemporánea con la electrónica. Que es distinta a la electrónica que hace Tiesto como DJ, que detesto, o detiesto, o incluso distinto a lo que hace Latin Bitman, dando una seña de lo que está pasando ahora. Latin Bitman también hace canciones, pero en mi caso el formato de canción es mucho más de fusión.
 
Zehn puede sonar a un título meditativo, pero en principio es un registro numérico: significa diez, en alemán. "Me llamó la atención el sonido de la palabra", dice Claudio Pérez, aunque también está el sentido de esta década de música. "Es un hito, más que una celebración. Pasa tiempo en la cultura occidental las cifras redondas dicen cosas".

Usted sí: los invitados elegidos para el disco

El nuevo trabajo fue producido junto al trompetista Michel Durot, actual integrante de Usted No! al lado del propio Claudio Pérez. Y el punto de partida más actual data de noviembre y diciembre recién pasados, lapso en que fueron compuestas y grabadas las canciones del dúo con el rapero y DJ Tea-Time y con el cantante del grupo Picnic Kibun, Harvey Tatsu. También hay remezclas para la canción "Si vienes por mí", de Nicole, junto a otras de los propios Picnic Kibun y del grupo alemán Spherical.

-¿Cómo llegasta a Tea-Time, te interesa el hip-hop?
-Más que por el hip-hop, al Camilo (Castaldi, nombre real de Tea-Time) lo conocía en tono personal y se subió a tocar muchas veces con Usted No! Al final la llamada casi no era al Camilo rapero, terminó siendo él porque tiene carácter y me gustó lo que hizo. Por la elegancia, básicamente. Tea-Time tiene un cruce con muchos estilos que muy pocos raperos tiene conscientemente. Aunque le guste en lo personal el hip-hop, creo que le resultó súper cómodo grabar sobre las bases electrónicas.

-¿Qué te pareció interesante de Picnic Kibun?
-La primera vez que los escuché fue en el concurso de (el sitio de música independiente) Super 45 y quedé pa' dentro. En relación a las bandas que venía escuchando el estándar de ellos estaba lejos, por la musicalidad compacta de los cuatro y la voz: prácticamente no le entiendo mucho lo que canta (al vocalista), y entonces lo interpreto como a la usanza del rock en inglés los años '70 y '80, cuando uno que no fue a colegio inglés, o como decía un amigo, uno que estudió en colegio con nombre de submarino, escuchaba al cantante como un instrumento, no lo que estaba diciendo.

-¿Qué exigencia hay en trabajar sobre una grabación de Nicanor Parra?
-Nicanor Parra es mucho más difícil. Con cantantes en general lo que hila finalmente es la línea melódica. Pero acá es el sentido. Se entiende la poesía como una unidad: si la cortas puedes perder muchos sentidos. En el caso de Antimvsica (el mencionado disco inédito sobre antipoemas de Parra) se trata de cómo mantener la coherencia de esa poesía cortándola. Y lo que no está dicho debe estar dicho musicalmente: es ésa la jugada. "El hombre imaginario" es un tema drum 'n' bass de la vieja escuela, me lo imaginaba como la paranoia de estar con alguien que no existe. Por eso el ritmo es frenético, es como la locura de imaginar un mundo, posible o imposible. Con el "Huainito" también, es una añoranza de una figura como contrapunto de casi cueca, que no tiene nada que ver con electrónica. Salvo los Lluvia Ácida y Subhira tal vez, creo que no hay ningún músico de los que se suponen electrónicos que hayan asumido patrones de folclor. Esa rítmica ya te desmarca de la electrónica.

-¿Y hay otra lógica remezclar a una cantante pop como Nicole?
-Es lo mismo. Yo nunca la he visto en vivo. Me dicen que es muy potente, la melodía de esa canción es fantástica, y el ejercicio era de hacer algo distinto con esa voz. Toda la producción, salvo la voz de ella y una guitarra, es mía. Está la posibilidad de aceptación o la de contrapropuesta respecto del archivo de origen, del file original. Sé que modifico la canción, pero pocas veces vuelvo a escuchar el original. Hay músicos cercanos que son doctrinarios en eso, como Mika Martini, en el sentido de que si reciben algo lo retuercen hasta el más allá.

-¿Y en tu caso no tienes esa doctrina?
-En eso me marca la escuela de arte (estudió arte en la Universidad Católica a mediados de los años '90), de ser medio posmoderno. De aceptar lo que viene, o hacerlo de nuevo, o juntarlo con otras cosas, nihilista cuando conviene pero sistémico también cuando conviene. Todos los músicos productores de remezclas, de pista de baile, tienen un objetivo claro, que es hacer bailar a la gente. Otros tienen el objeto de pervertir la música, o trasvestirla. Hay gente dogmática con la libertad musical en el sentido de querer demostrarla en la desconstrucción. Mi objetivo es reinterpretarla, y en eso hay libertad. Es  una forma de practicar lo posmoderno, aunque es un concepto del siglo pasado.

-¿No es un concepto atrasado por eso?
-No es que estemos atrasados: es lo que nos rodea. No importa el método ni la génesis, incluso ni el resultado. Uno lo hace en forma consciente, pero las generaciones nuevas de músicos lo hacen en forma espontánea. Un poco de eso, de lo otro y de más allá. Pero finalmente hay una unidad que tiene mucho que ver con la plástica, que es el criterio de obra.

-¿La música electrónica no es un estilo en ese caso, es una herramienta?
-Es un cruce de procedimientos, por lo menos en mi caso. Es el estilo como instrumento para llegar a algo.

-¿Cuál es el instrumento: el software o el hardware? ¿El laptop o el programa cargado en el laptop?
-Finalmente incluso el software es hardware. No importa la configuración, que sea más o menos sólido, o incluso inasible. Es una configuración física de elementos que permite que algo ocurra.

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