Estrenan mundialmente la última obra del fallecido compositor Gustavo Becerra

SANTIAGO.- El 3 de enero se apagó la luz de uno de los músicos más determinantes de la historia en Chile. En un hospital de la ciudad alemana de Oldemburgo falleció Gustavo Becerra-Schmidt, compositor nacional que marcó parte de la historia del siglo XX desde la academia. Es tan trascendental su paso que los músicos doctos pueden considerarlo a una altura como la de Víctor Jara.

Un día después de su fallecimiento llegó a Chile la partitura de “Nana”, la obra final de Becerra (1925-2010), que escribió durante sus últimos días en el centro asistencial donde estaba internado en diciembre y será ésta la primera pieza en escucharse en la semana de audiciones de música contemporánea en la Sala Isidora Zegers.

Becerra fue un hombre de la academia justamente en esa universidad y para cuando se ejecutó el golpe militar se encontraba en Alemania en labores consulares. El 11 de septiembre de 1973 pasó a engrosar la lista prohibida y de esa manera fue exiliado. “Para cuando tuvo la posibilidad de regresar, ya no quiso. Así fue como terminó viviendo en Alemania hasta los 84 años”, dice Eduardo Cáceres, compositor y académico y además director artístico del festival, que en 2010 llega a su décima versión.

Hoy a las 20:00 horas, se escuchará entonces “Nana”, la obra que cierra el catálogo de Becerra-Schmidt en un número que supera los 230 títulos (con 27 obras carácter electroacústico, que el propio compositor chileno liberó en Intenet a través del netlabel de música electrónica y electroacústica Pueblo Nuevo. El disco Obra electroacústica (2008) se puede descargar gratuitamente desde la plataforma pueblonuevo.cl.

Pero ésta es una obra acústica muy simple. “Una canción de cuna como despedida”, dice Cáceres. El estreno mundial de "Nana" estará a cargo del guitarrista clásico Luis Orlandini y la mezzosoprano Claudia Godoy en el inicio de la serie de conciertos que programa 38 obras, entre las cuales figura además piezas de cámara del alemán Karl-Heiz Stockhausen (“In Freundschaft”, de 1982) a cargo de Jorge Espinoza, “una obra que pertenece a su ‘etapa espacial’. Después de pasar por épocas serialista y aleatoria, Stockhausen empezó a decir que se contactaba con los extraterrestres y que cuando muriera lo vendría a buscar un ovni”, cuenta Cáceres.

Otras selecciones presentan la “Sequenza XI” (1998), del italiano Luciano Berio (de 1998) para guitarra, interpretada por Mauricio Valdebenito, “Voice” (1971), del japonés Toru Takemitsu (quien además compuso bandas sonoras para los filmes más clásicos de Akira Kurosawa) y el estreno de “Bagatelles” (1982), para flauta, piano y contrabajo, del húngaro Gyorgy Kurtag.