Descarga eléctrica

Siguen la misma escuela de The Who y The Clash, bandas que no eran precisamente pulcras en el escenario, pero capaces de compensar el eventual pecado con carácter explosivo y directo. En la noche del sábado pasado Franz Ferdinand llevó a nueve mil personas al Movistar Arena y el abrazo después de cuatro años fue intenso, con timbre fiestero.

Los escoceses convirtieron el sitio en una gigantesca pista de baile sin pausas, con canciones de sus discos Franz Ferdinand (2004), You could have it so much better (2005) y Tonight: Franz Ferdinand (2009). Nadie se resistió al movimiento. En el noble oficio de las guitarras afiladas y los coros en el nombre del pop rock, el cuarteto va en la delantera.

Hubo un ligero matiz en la interpretación del material de su tercer y último álbum, Tonight. Desde la partida con "No you girls" las canciones de aquel disco, el mejor de su breve trayectoria, fueron ejecutadas con mayor fidelidad y atractivos apoyos visuales, pese a que son notoriamente más complejas que el material con carácter a la vena de sus dos primeros trabajos.

Tanto el vocalista y guitarrista Alex Kapranos como el guitarrista Nick McCarthy alternaron funciones en un par de teclados, el último aditivo en la música de la banda, como también aplicaron percusiones. Si bien las voces y armonías siguen siendo una tarea cuesta arriba para el grupo -a ratos parecían cantantes de karaoke-, Franz Ferdinand cubre su falta irradiando frescura, carisma y sobre todo gesto sincero. En esta banda no hay poses sino ganas de contagiar al mundo con ritmo y electricidad.