Stephenson, uno de los escritores de ciencia ficción más importantes de nuestro tiempo, regresa con una novela de grandes dimensiones.
Ediciones BSANTIAGO.- Crear un mundo, en términos literarios, no es nada fácil. Mucho menos si se trata de un planeta entero —lejano, pero muy parecido a la Tierra— donde además se desarrolla una trama que combina misticismo, ciencia, filosofía e historia con elementos propios de la novela de detectives.
Eso y mucho más encierran las 720 páginas de "Anatema" (Ediciones B, $18.000), la última meganovela de Neal Stephenson, uno de los escritores de ciencia ficción más importantes de nuestro tiempo.
Cuatro años de trabajo le tomó a Stephenson contruir el mundo de Arbre, donde la sociedad imperante es precisamente la que hace miles de años sobrevivió a una catástrofe a gran escala: la Reconstitución. Una población donde los intelectuales —llamados "avotos"— se replegaron a los monasterios para lograr una vida carente de cualquier elemento religioso.
Esta especie de "antimonjes" (o su equivalente en el mundo de Arbre) una vez al año, durante el período llamado Apert, abandonan su enclaustramiento y se aventuran durante una semana en el mundo hipertecnológico que palpita al otro lado de sus muros.
El fra Erasmas es uno de ellos, pero en esta última salida su vida se va a complicar —y mucho— cuando descubra que el Poder Secular intenta ocultar las pruebas de lo que parece ser una nave espacial alienígena en órbita. ¿O acaso hay más?
Neal Stephenson se hizo conocido mundialmente con "Snowcrash" (1992) y luego ratificó su talento y creatividad con “La Era del Diamante” (1995). Pero fue con el "Criptonomicón" (1999) —publicada en tres libros separados en su edición en castellano, ya que tenía más de mil páginas— que tanto los lectores como la crítica se rindieron ante una trama que combinaba el mundo de los hackers (el cual Stephenson conoce muy bien) con los esfuerzos por decodificar la máquina criptográfica alemana Enigma, durante la Segunda Guerra Mundial.
Lo que nadie intuía es que Stephenson, entusiasmado con su trama, posteriormente decidió escribir una precuela de tres volúmenes: "El Ciclo Barroco". Una saga que explora los albores del pensamiento científico, a fines del siglo XVII, mientras figuras históricas como Isaac Newton luchan contra la alquimia y las supersticiones.
De una u otra forma, "Anatema" es la síntesis de muchos de sus trabajos anteriores; una obra ambiciosa y monumental que intenta seguir los pasos de otros títulos de gran tonelaje como “Dune”, de Frank Herbert o "El Nombre de la Rosa", de Umberto Eco. De hecho, no sería aventurado afirmar que hay mucho de éstas dos obras en "Anatema".
Los lectores incondicionales de Stephenson sin duda estarán exultantes leyendo su última meganovela. Sin embargo, la historia de esta sociedad anclada en un planeta que tiene muchos elementos comunes a la Tierra, a ratos puede resultar lenta y agobiante. No es un libro fácil y no pretende serlo. Por el contrario, es una obra que exige al lector un esfuerzo y compromiso que al final serán recompensados.
Si usted se sintió huérfano al terminar la última página del "Criptonomicón" o "El Ciclo Barroco", "Anatema" será como un oasis en medio del desierto. Pero si nunca antes ha leído a Stephenson, este libro puede resultar una experiencia agotadora y frustrante. ¿Solución? Inténtelo primero con otra de sus obras; puede que eso luego le permita disfrutar cabalmente las más de 700 páginas de "Anatema".