Marcial Campos se había despedido junto a su hermano el 2009 en el Teatro Caupolicán.
Christian ZúñigaSANTIAGO.- Un cáncer linfático, enfermedad que arrastraba desde hacía años, le ganó la batalla a Marcial Campos, integrante del afamado dúo de cuecas dicharacheras y picarescas que formaba con su inseparable compañero Eleodoro Campos bajo el nombre de Los Hermanos Campos.
La suya había sido una de las historias más extensas de la música en Chile, no sólo del folclor. Activos como dúo de niños desde 1935, Los Hermanos Campos llegaron desde Longaví para actuar en quintas de recreo y boliches capitalinos y hasta ahora representaban la bandera de la "cueca sin apellido", que podía ser campesina o picaresca y urbana al mismo tiempo.
Todos a cantar
Marcial Campos, nacido el 1 de diciembre de 1928 en la localidad de Cantentoas al interior de Longaví (llamada así dado que cada familia allí tenía uno o más integrantes que dominaban la guitarra y el canto), fue el hermano más encendido del dúo y entre sus cuecas se devela una picardía que no tenía en la misma magnitud Eleodoro.
Suyas son las cuecas "El huaso enamorado", "El casado", "El 18", "La pildorita", "Los comilones", "Cueca para Adán y Eva" y "El novio lanzado", que narran las costumbres audaces del campo.
Marcial Campos mantuvo una larga relación con la máxima estrella de la canción mexicana en Chile, la señora Guadalupe del Carmen, y tiempo después con la cantante Amparito Jiménez. En 2009 el grupo de Marcial y Eleodoro se despidió con un gran concierto en el Teatro Caupolicán, que congregó a una amplia gama de agrupaciones folclóricas, y también fue condecorado por Michelle Bachelet en La Moneda.
Según anunció su familia, el funeral se realizará este sábado, mientras sus restos serán velados en la parroquia Capuchinos de calle Catedral.