Cuerpo repartido

El viaje es una experiencia afianzada en la historia de la Banda Conmoción sobre todo después de la salida de su primer disco. Para fines de 2007 este grupo chileno ya había hecho el recorrido musical de traer su sonido de orquesta itinerante de bronces desde los tambos nortinos para instalarlo en la capital, y ese es el sonido estimulante que se escuchó en Pregonero (2007): el mismo carnaval que este elenco chileno siempre ha sabido armar en vivo y ha transformado en fiebre de masas. Pero tres años después hay otros viajes que vienen a aumentar la experiencia en su segundo disco, Cuerpo repartido (2010).

El título alude a la condena sufrida por Tupac Katari, el líder aymara que encabezó en 1781 una sublevación contra la dominación española en Perú, y cuyo cuerpo fue descuartizado y repartido a modo de salvaje escarmiento por diversos lugares del territorio. De eso se trata "Cuerpo repartido", la canción. Pero otra lectura posible y real es que en los últimos años la propia Conmoción ha sido un cuerpo vivo y repartido por diversos lugares, en giras por Chile, Europa y Shangai por igual, y el nuevo disco recoge esa amplitud nueva, desde estrenos en la instrumentación como el piano que suena en "Días y noches" hasta nuevos ritmos de otras regiones sumados al repertorio.
 
Como parte de esa expansión, el grupo pone aquí a desfilar sones como una rumba y ritmos como el chulla quiteño o ese sanjuanito que es "El casorio", una canción que conserva la esencia melódica de ese ritmo pese a que la Conmoción lo toque más cercano a la cumbia. Porque el conjunto al mismo tiempo mantiene ese sonido esencial ya reconocible. Al lado de "Cumbia Carlito", otra cumbia como "Mentiras" es un nuevo llamado instantáneo a mover el cuerpo como siempre. Y si hasta ahora éste puede haber sido una banda instrumental, aquí hay más voces en juego y le mejor evidencia es la transformación que hacen de de "Maldigo del alto cielo": es Violeta Parra multiplicada por carnaval. Otra garantía de que esta fiesta popular no sólo continúa, sino que se crece y se afianza en su sentido.