Bolaño fue ganador de importantes premios, como el XVI Premio Herralde de Novela 1998 y el XI Premio Rómulo Gallegos , gracias a su obra ''Los detectives Salvajes''.
Archivo El MercurioBARCELONA.- La editorial española Anagrama publica ahora "Los sinsabores del verdadero policía", la nueva novela póstuma del escritor chileno Roberto Bolaño, en la que ya aparecen su estilo y su territorio literario, pese a su carácter de obra de juventud.
La viuda del escritor, Carolina López, en una nota editorial al final del libro informa que la novela está integrada por tres escritos: "Los sinsabores del verdadero policía" y "Asesinos de Sonora", de 50 y 100 páginas respectivamente, localizados en el computador del escritor.
Este último texto mecanografiado, y cuyo título es también "Los sinsabores del verdadero policía", es, dice, "una novela completa de 283 páginas, clasificada en siete carpetas, cinco de las cuales se encontraban en la mesa de trabajo del autor, junto con otros materiales relativos a "2666", en tanto que las otras dos partes se descubrieron al organizar su legado".
Sus historias y protagonistas transitan por otras novelas de Bolaño como "Estrella distante", "Llamadas telefónicas", "Los detectives salvajes" y "2666", cuyo centro oculto quizás podría estar constituido por la presente novela. Además, comparten algunos de los personajes, como Amalfitano, su hija Rosa y Arcimboldi.
En una carta de 1995, el propio Bolaño esbozaba esta novela: "Desde hace años trabajo en una (novela) que se titula Los Sinsabores del Verdadero Policía y que es MI NOVELA. El protagonista es un viudo, 50 años, profesor universitario, (con una) hija de 17, que se va a vivir a Santa Teresa, ciudad cercana a la frontera con los USA. Ochocientas mil páginas, un enredo demencial que no hay quien lo entienda".
En el prólogo de la obra, el crítico Juan Antonio Masoliver Ródenas, señala que "Los sinsabores del verdadero policía", como "2666", es "una novela inacabada, pero no una novela incompleta, porque lo importante para su autor no ha sido completarla sino desarrollarla".
El gran aporte de Bolaño a la literatura es la "provisionalidad", sostiene Masoliver, "una escritura visionaria, onírica, delirante, fragmentaria y provisional", que rompe con la realidad, tal como se había entendido hasta el siglo XIX.