Comienza el año, es la noche del 6 de enero de 2011 y aquí en el subsuelo del Estudio Elefante, en el centro de Santiago, hay una triple jornada de música electrónicas de distintas procedencias. Tocan el dúo chileno Chiste, la dupla Adduce que forma el danés Lars From Mars con el chileno Juan Cristóbal Saavedra, y para el cierre, F600, es decir Miguel Conejeros, también chileno y radicado en Barcelona.
Hay otra visita del exterior además. Jorge González está en Chile justo en estos días para tocar en vivo, y hoy está acá entre el público en Estudio Elefante. De algún modo también está en el escenario, porque F600 está tocando una composición llamada "The Grays" y esa voz grave y en inglés que se escucha es la de González, procesada y editada. En paralelo F600 destinará esta visita a Chile a la presentación de su nuevo disco, At home like a tourist, un trabajo en el que también tiene a Jorge González invitado como parte del dúo Los Updates, hoy radicado en Valencia, España, y cerrará su recorrido con una actuación este sábado 22 de enero (ver recuadro).
"En casa como un turista" quiere decir el nombre del disco, y bien se puede aplicar al propio Conejeros, que está de visita en Chile pero a su casa no más llega cuando viene. A los quince años fue el tecladista de Pinochet Boys, uno de los pioneros grupos de la contracultura new wave de los años '80 en Santiago. Luego tocó canciones tan famosas en el rock chileno de los '90 como "Papel floreado" y sobre todo "El vino", éxitos radiales de Parkinson, la banda en la que tocó teclados antes de iniciarse por cuenta propia, con bases electrónica y un nombre tomado del célebre modelo 600 del auto italiano Fiat.
El empleado del mes (1997), el EP Sombras tenebrosas (1998), El último día (2000) y el doble Erich Zann (2002), motivado por autores como Poe y Lovecraft, son los discos iniciales de F600, que también en 2002 creó el dúo Bipolar junto al músico Pablo Mellado, época en la que Conejeros ya estaba en Barcelona. En esa ciudad vive desde 2001 cuando participó en el festival Sónar, y ha sido sobre todo en los últimos años cuando volvió a estrechar contacto con Chile, esta vez por medio de un invento no disponible todavía unos años antes: los netlabels o sellos de descargas digitales desde la red.
F600 mandó primero su disco Download (2008) para el netlabel Epa Sonidos, de Valparaíso, luego editó una nueva versión de Erich Zann (2009) por medio del sello santiaguino Pueblo Nuevo, y ahora está inicando este primer mes de 2011 con el citado At home like a tourist (2011). También colaboró en los compilados Toasted (2008) y Epa_frozen_rmxs (2009), de Epa Sonidos, Synco soundtrack (2009), de Pueblo Nuevo, y el reciente Cruce de caminos (2010), del dúo puntarenense Lluvia Ácida. Después de unos primeros años sin tener noticias suyas, F600 ahora sí se inserta en un circuito locales.
-Sí, la verdad pasó un tiempo, en el que estuve encerrado probando nuevas cosas que no sentía la necesidad de mostrar -explica-. Luego vino MySpace y así conocí a los muchachos de Epa y luego a Pueblo Nuevo. Lo primero fue que me impresionó mucho el nivel y talento de la gente que editaban y también la manera creativa de cómo se autogestionaban… y se siguen autogestionando.
-¿Han sido invitaciones de ellos o acercamientos tuyos?
-Empecé haciendo algunos remixes y más tarde editando por invitación de ellos, primero de Epa Sonidos y más tarde con Pueblo Nuevo. Me interesa mucho este tipo de dinámicas de trabajo, en las cuales el desarrollo de los proyectos sucede de forma horizontal y no piramidal; trabajar de esta manera me resulta muy estimulante. Me temo que aquí aún no se valora la importancia a nivel internacional de sellos como Pueblo Nuevo.
-¿Te ha servido de alguna manera para estar más en contacto con Chile, más allá de los contactos familiares o personales que a lo mejor siempre están?
-En cierta forma sí, pero no lo veo como lo mas relevante, ya que entiendo que a través de este tipo de plataformas lo que sucede es que todo se hace mas próximo y en cierto sentido mas universal.
-Después de haber reeditado Erich Zann en 2009, ¿es importante el cambio en At home like a tourist, el disco nuevo?
-Musicalmente es distinto, es menos hermético y mucho menos ambiental que Erich Zann, pero también es un álbum concebido como tal. Por otra parte condiciona el hecho de haberlo compuesto con otros equipos y construido de una manera diferente, mucho menos aleatoria que en otras ocasiones; diría que más cerebral y conciente. Cada vez me importa menos el entorno y me siento con más libertad de tomar el rumbo que los sonidos me sugieran.
-Es música instrumental, pero los títulos son como siempre elocuentes. ¿Qué lecturas te gustaría hacer de la idea de "En casa como un turista"? ¿Se trata de ser viajero, hay un echar de menos también lo que se llama un hogar?
-De este título hago una lectura que tiene que ver con el desarraigo, con la sensación diaria de no pertenecer a ningún lugar, con sentirse extraño e incómodo con ideas y conceptos que en realidad no te representan.
-¿Es un título autobiográfico?
-Todo lo que hago es autobiográfico; siempre he preferido buscar las ideas en mis recuerdos o experiencias que en las de otros.
De los '80 a 2010
Hace dos años y algunos meses, en septiembre de 2008, Miguel Conejeros destinó otra de sus visita a Chile a presentar el libro "Pinochet Boys", registro de la historia de ese grupo. “Como en su día comenté, fue una manera de cerrar un círculo, de pasar página”, recuerda. “Hoy al que me pregunta de los Pinochet Boys le digo que revise ese libro, ahí está todo lo que sé del tema. O lo que sabía, ahora ya no me acuerdo de nada más”.
-En 2010 un documental sobre los Electrodomésticos ganó el festival In-Edit acá en Santiago, y la serie de TV más exitosa en Chile se llamó "Los 80" y se trata de una familia que vive en la época de dictadura: aparecen Los Prisioneros recreados y algo de la escena new wave que ustedes mismos crearon en esos años. ¿Te llama la atención ese interés retrospectivo?
-Ya era hora de que Chilito se pudiera mirar al espejo y revisar su historia, aunque sea fragmentadamente… y con cosas a veces poco trascendentes. Lo de los Electro me parece fantástico, de hecho ahora me gustan mucho… antes, en aquella época, me aburrían soberanamente. Poco puedo opinar de la serie de los 80s ya que sólo vi algunas partes. No pude más, la vergüenza ajena me lo impidió.
-¿Te llama la atención también en Chile actual, luego de un año de cambio de gobierno? ¿En este viaje venías con alguna expectativa y con qué te encontraste en el contacto con la gente, en lo que pudiste observar?
-Por salud mental suelo no tener expectativas de nada. Lo que más me ha gustado es la cohesión con la que actuaron los compatriotas magallánicos ante la prepotencia del gobierno. Por otra parte veo que las formas, y no el fondo, están cambiando para ser aún peores; los fachos recuperaron su fundo y ahora más que nunca ejercen como lo que siempre han sido: patrones arrogantes e insensibles. En todo caso los anteriores gobiernos tampoco hicieron nada. Veo lleno de proyectos huevones, que pavimentar el Forestal, que construir un museo de la memoria, en fin, gastar plata por gastar. Si aquí lo que faltan son colegios, educación, cultura.
-¿Y cómo fue seguir las noticias sobre Chile a la distancia el año pasado, cambio de gobierno, terremoto, Mundial, Bicentenario, mineros, mapuches, el incendio en la cárcel? ¿Te conectabas de alguna forma con eso?
-Con los mineros, nada, me pareció pura manipulación, mucho mal gusto. El terremoto, terrible; el Bicentenario, surrealista. ¿A quién se le ocurrió semejante pelotudez?
-"Goodbye Chile, say hello Barcelona", se llama la fecha de este sábado. ¿Qué tienes pensado ahora después de tu paso por Chile, de vuelta en Barcelona?
-Este sábado en el (Cine) Alameda a las once de la noche nos juntamos para despedirnos de este paso por Chile. Estaremos con gente de Pueblo Nuevo y otros amigos, será una fiesta por todo lo alto. El domingo me voy y el 9 de febrero participaré en el festival Mutek Barcelona junto con una muestra visual de nuestro compatriota David Mardones. El cartel es de lujo y eso doblemente motiva.
-¿Cómo se dio la colaboración con Jorge González y Los Updates en la canción "Demanding cat"? ¿Es todo a la distancia o lo has visto, ahora que él vive en España?
-"Demanding cat" es un tema de Jorge, me pasó las partes y yo hice dos remixes llevándolos a mi terreno. Uno es el que está incluido en At home like a tourist y el otro saldrá este año por Nice Cat Records, su sello. Él vive en Valencia, yo en Barcelona, nos vemos bastante y en su estudio hemos hecho un montón de música que poco a poco iremos mostrando.
-En el libro de los Pinochet Boys él mismo cuenta que "El baile de los que sobran" lo hizo en una máquina de ritmo tuya, ¿no? ¿Dirías que esa es una primera colaboración entre ustedes?
-Con Jorge, aparte de ser una delicia trabajar, nos une una profunda amistad de muchos años y así todo resulta más fácil, ya que nos unen un montón de afinidades, además de ser una persona muy abierta musicalmente. Sólo hay que revisar su discografía y colaboraciones para comprobar esto. Haberle prestado una maquinita no me hace partícipe de su genialidad.