BERLÍN.- Hace diez atrás, el actor británico Ralph Fiennes interpretó a "Coriolanus" sobre los escenarios de Londres y, desde entonces, este héroe shakespereano se convirtió en una obsesión. Ahora, el intérprete de "El paciente inglés" debuta tras las cámaras con una adaptación del clásico que hoy dividió a la crítica en la Berlinale.
Aunque la película -y especialmente su elenco de actores- recibieron un sonoro aplauso, a mitad de la proyección hubo algunos desertores que abandonaron la sala.
Fiennes decidió enmarcar la tragedia sobre el general romano Cayo Marcio Coriolano en el siglo XXI, pero manteniendo el denso y poético lenguaje de Shakespeare, de modo que al espectador le cuesta entrar en la obra.
En una de las ruedas de prensa más concurridas y animadas del festival, el actor contó cómo se sintió "poseído" por la idea de trasladar "Coriolanus" a la gran pantalla. "Me parece una obra tremendamente moderna", afirmó. "Tras el 11 de septiembre no paré de ver en los periódicos imágenes de guerras y protestas... Es un tema de gran actualidad, más aún desde la crisis económica".
Coriolanus, a quien da vida el propio Fiennes, fue un brillante general romano que luchó contra los Volscos en el siglo V antes de Cristo. Su orgullo y sus ansias de convertirse en cónsul acabaron desencadenando una revuelta popular que culminó en su destierro de Roma.
Por venganza, se alía contra su archienemigo Tulo Aufidio (Gerald Butler) y monta en armas contra su ciudad natal. Sólo la valiente súplica de su madre (Vanessa Redgrave) y su mujer (Jessica Chastain) conseguirán doblegar su voluntad, aunque con fatales consecuencias.