Presidente del Movilh sobre humoristas en Viña: "Recurren al recurso más simplón"

SANTIAGO.- Las polémicas en el Festival de Viña del Mar han surgido de la fuente menos probable: los humoristas. Las rutinas de Mauricio Flores y Óscar Gangas han sido comentadas luego de que ambas utilizaran estereotipos y fuerte lenguaje para referirse a la comunidad homosexual. El descontento ha sido tanto, que el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) planea tomar cartas en el asunto.

El presidente del Movilh, Rolando Jiménez, explica a Emol de entrada que en el Festival "se comete un abuso, porque los humoristas recurren al recurso más simplón, incluso llegando a veces a una ordinariez bastante denigrante", refiriéndose los términos utilizados ("maricón" y "loca") en las rutinas de Flores y Gangas.

Según él, cuando el público recibe de manera fácil y gratuita estos estereotipos y caricaturas, no se hace más que reforzar la discriminación hacia la gente que tiene distinta orientación sexual.

Jiménez cree que la utilización de chistes discriminatorios "es el expediente más barato y poco dificultoso para elaborar intelectualmente" y que "cuando dos humoristas de manera simultánea, recogen el mismo tema para montar una serie de chistes de muy dudosa calidad, da cuenta de un fenómeno complejo".

Este mismo fenómeno, es el que ha motivado al Movilh a tomar medidas para que no se vuelva a repetir a futuro. "Como esto ya es una constante, queremos pedir una reunión con Chilevisión y la alcaldesa de Viña del Mar, porque buscamos prevenir que estas rutinas de chistes sobre grupos humanos que sufren discriminación se vuelvan a repetir el año que viene", explica.

Además, agrega que Chilevisión y la alcaldía de Viña deberían tener más cuidado con los guiones que autoriza para sus artistas, fijándose en que no vulneren o pasen a llevar a las minorías.

"Creemos que hay condiciones para avanzar en estos temas a partir del diálogo", dice Jiménez, y agrega que están trabajando con algunos concejales en Viña "la posibilidad de una ordenanza municipal contra la discriminación".

Jiménez menciona que hace falta "pedagogía de la no discriminación. Que los ciudadanos y particularmente la gente de los medios se pongan en el lugar del otro", tanto así, que le daría lo mismo si es que los mismos personajes fueran hechos con "calidad, con un humor inteligente y elaborado, uno podría estar de acuerdo y encontrarlo simpático".