James Franco (32 años) y Anne Hathaway (28 años), los maestros de ceremonia de los premios Oscar.
AP
LOS ÁNGELES.- El "Tío Oscar" cumple 83 años y, lejos de dar síntomas de debilidad, apuesta por la presencia de rostros jóvenes para mantener la tendencia al alza de la audiencia, factor imprescindible en la recién firmada renovación del contrato televisivo en Estados Unidos hasta 2020.
El canal ABC ha renovado por seis años el actual acuerdo con la Academia de Hollywood, que expiraba en 2014, tras el gran resultado obtenido en la retransmisión del año pasado, con 41,3 millones de espectadores en EE.UU., la mejor cifra en los últimos cinco años.
"Este contrato asegura que la gala de los Óscar se mantendrá como una tradición en el canal ABC durante 45 años seguidos", dijo en un comunicado Tom Sherak, presidente de la entidad.
El organismo sabe que el éxito de la edición anterior residió en la proliferación de salvia nueva sobre el escenario del Teatro Kodak, y este domingo no será una excepción.
Si entonces desfilaron estrellas juveniles de Disney (Miley Cyrus, Zack Efron) y de la saga "Twilight" (Taylor Lautner, Kristen Stewart), ahora la Academia da un paso adelante y apuesta, por primera vez en la historia, por una pareja unisex y de gran atractivo físico como maestros de ceremonias: James Franco (32 años) y Anne Hathaway (28 años).
En el caso del intérprete se tratará de una velada muy especial, ya que podría convertirse en el primer presentador oficial de los Óscar que gana la estatuilla dorada ese mismo año, en su caso, al mejor actor por "127 Hours".
Ambos cantarán y bailarán, y en su repertorio estará con casi toda probabilidad una nueva versión del famoso número musical que interpretaron John Travolta y Olivia Newton-John en "Grease" (1978), tal y como sugirió Franco a través de Twitter con un pequeño videoclip.
Esa es la línea que quieren seguir los productores del evento, Don Mischer y Bruce Cohen, ya que han filtrado que la ceremonia rendirá homenaje a la historia de los Óscar, con pequeños tributos a películas clásicas y momentos imborrables de galas pasadas.
"Habrá unas seis o siete veces en las que metafóricamente abandonaremos el escenario del Teatro Kodak; habrá luces, música, sonido... y volveremos al pasado. Creo que todos los que estamos involucrados en el show pensamos que es una idea brillante", apuntó Cohen.