No fue en un teatro, tampoco en un bar, menos en una fiesta y por ningún motivo en una fiestocata. El concierto fue en una oficina de diseño, fabricación y venta de muebles, en una casona del barrio de Avenida Italia en la capital. Y tampoco fue de trasnoche, sino en grato horario vespertino ese sábado 11 de diciembre pasado.
Ahí estrenaron su primer disco Los Dolores, la banda de rock y psicodelia que integran Patricio Pato Larraín (voz y guitarra), Felipe del Río (guitarra), Nicolás Nico Galdames (bajo) y Rodrigo Bravo (batería). Éste último el dueño de casa esa vez. "Fue en mi oficina: una casona antigua, patio interior, puro adobe", recuerda.
-¿Buena locación para lanzar un disco?
-La idea fue hacer el lanzamiento en un lugar no tradicional, alejado del circuito de tocatas y fiestas, del típico carrete donde la música pasa a segundo plano. Algo con más gusto a independiente, donde se genere una nueva instancia, Aquí lo importante era la banda tocando, amigos poniendo música, una parrilla para los con hambre y ambiente familiar.
-Yo lamentablemente llegué directo a tocar ya que estaba fuera de Santiago y me perdí toda la previa -recuerda Nico Galdames, el bajista-, pero cuando llegué había muy buena onda y energía en el lugar.
-Llevar a la gente a un lugar atípico y en un horario atípico para ver un recital de rock te pone automáticamente en un estado distinto como espectador -dice Pato Larraín, el guitarrista y cantante-. Permite apreciar cosas que no se ven en los lugares de siempre y de noche, carreteando. La casona nos permitía hacer un evento de día, más familiar, y con el entorno y energía especial que tiene ese lugar, sin saber que el clima nos tenía preparada otra sorpresa.
Porque la de ese sábado 11 de diciembre fue la única tarde del verano a la que se le ocurrió llover. "Absolutamente, habíamos planificado una tarde veraniega de diciembre con parrilla y cervezas y terminó lloviendo justo cuando nos pusimos a tocar", recuerda el guitarrista.
-¿Querían algo especial? ¿La lluvia dio ese toque al lanzamiento?
-Para mí fue mejor, le dio una intensidad especial. Era entretenido ver a la gente mojándose, un poco incómoda porque la banda seguía. Mis viejos estaban ahí y se quedaron bajo la lluvia hasta que nos pararon los que ya veían el peligro de electrocutarse por seguir tocando, teníamos todo el cableado y los equipos sin cubrir, al aire libre. Te aseguro que los que estuvieron ahí no lo van a olvidar.
-Sí, increíble, pudo haber sido algo negativo pero al final en ese aspecto se abrió una oportunidad para generar algo más particular, aun más fuera de lo común -dice el baterista-. Quizás en un local tradicional eso hubiera pasado inadvertido.
-Primer riff y caen unas gotitas, como si lo hubiésemos activado -agrega el bajista-. Le dio todo el toque al lanzamiento, absolutamente.
Hoy banda sorpresa
Casi dos años justos antes -un año y 357 días para ser exactos-, Los Dolores estaban dando el concierto inicial de su vida. Fue el 19 de diciembre de 2008, invitados a abrir el show del primer aniversario de la banda de rock y reggae Los Chinches en el Bar Loreto de la capital. Entonces ni siquiera tenían derecho a firmar con nombre propio al parecer: en el cartel del concierto Los Chinches los pusieron como " + banda sorpresa".
-Estábamos muy en pañales aún, incluso tuvimos que tararear algunas letras que no existían, lo que después se convirtió en costumbre. Además era la primera vez que tocaban en vivo mis dos colegas, así que había nerviosismo -recuerda Larraín. "Más nervioso que perro en bote, pero al tercer o cuarto tema poniéndole con todo nomás", agrega Galdames, "improvisando algunas partes que nos condoreamos, pero me acuerdo de haberlo pasado increíble y de haber quedado con la mansa vena de seguir tocando".
Hoy ambas bandas, en trilogía con el grupo !nterm!tentes, son los puntales del flamante sello Volodia Discos, el mismo que el año pasado se estrenó con los respectivos lanzamientos Los Chinches y Los Dolores. Y con la particularidad de que este último no está disponible en CD, sino en elepés de vinilo, fabricados en México por mediación del sello independiente local Discos Río Bueno. Los Dolores son así parte de la lista todavía exclusiva de músicos chilenos que en los últimos dos años han editados discos en formato de long play, como Pituquitos, Gepe o The Psychedelic Schafferson Jetplane.
-¿Por qué tomaron la opción por el vinilo?
-A estas alturas, con la fuerte difusión de discos vía Internet y con el CD en vías de extinción, es el único formato-objeto que vale la pena -argumenta Larraín-. El único que permite sentarte y realmente escuchar el disco. Todo el rito que hay involucrado en el acto nos atrae.
-Materializar un disco siempre es una necesidad -agrega Bravo-. El CD es botar la plata, al estar casi obsoleto, y en formato digital o MP3 es como si no existiera, no queda nada material. Ahí aparece el vinilo. Todos en la banda somos coleccionistas, muy aficionados al diseño y el arte de los discos, por lo que sacarlo en este formato se transforma en casi una obligación. Además la calidad del sonido es insuperable por los otros formatos que están a mano.
-¿Qué dirían que tienen en común con los otros grupos del sello Volodia?
-Las ganas, el espíritu independiente y la sicodelia -resume el baterista.
-Una hermandad que no se siente falsa -dice el guitarrista-. Es, por decirlo, un grato ambiente laboral, donde todos estamos dispuestos a ayudar en lo que haya que sacar adelante. Luego, gustos comunes y variados por la música, creo que cada banda aborda desde su perspectiva algunos elementos que tenemos en común. Continuamente nos mostramos discos, lo que para mí por lo menos ha significado la oportunidad de descubrir bandas que ni siquiera me habría imaginado. Es un agrado trabajar con esta gente, ojalá logremos grandes cosas.
-¿No será un tributo a Volodia Teitelboim el nombre del sello?
-Es más que nada un juego de palabras, hace referencia a música que tiene algo de "volada" o "pegada". Las tres bandas, !nterm!tentes, Chiches y Dolores, tenemos una fuerte influencia de la música cíclica, sicodélica, algunos desde el rock y otros desde el reggae.
Geografía sicodélica de Chile
Los Dolores han puesto a sonar ese estilo de rock eléctrico y envolvente junto con otros grupos como Föllakzoid, The Versions o Fangal, además de sus compañeros de sello.
-Por lo general las tocatas las armamos con bandas amigas, cercanas. Si a eso sumamos que sonoramente somos afines, mejor aún, se comparte el público -dice Bravo-. En ocasiones hemos tocado con bandas que se separan de nuestro sonido, pero siempre existe congruencia en cuanto a la independencia y a la autogestión.
-Al tocar con otras bandas del nivel que mencionas a uno no le queda otra que aprender e ir mejorando la manera de hacer las cosas -considera Larraín-. Es la mejor escuela, estar tocando en locales vacíos, con bandas chicas y poco conocidas, pero que al escucharlas tienen la capacidad de transportarte. Sonoramente creo que hay varios ingredientes y referentes en común en las bandas que mencionas.
-¿Cómo se dio la elección de grabar "Barstool blues", de Neil Young (una canción del LP Zuma, de 1975)? ¿Es un gusto común a lo tres, qué representa para ustedes?
-Personalmente he escuchado Neil Young desde los once años -dice el guitarrista-. Me tocó vivir en Canadá con mi familia y mi viejo era fanático. Después con el tiempo quedó como un clásico familiar, pero nunca pensé que iba a encontrar a gente de mi edad que también lo escuchaba, y eso es justamente lo que he encontrado con Los Dolores y con los integrantes de Volodia en general.
-Sí, todos fans de Neil Young, es una referencia muy importante el viejo -agrega Bravo-. Un día hablamos en el ensayo de tocar un tema de él y por consenso elegimos "Barstool".
-Con Rodrigo y Nico nos dimos cuenta escuchando "Barstool blues", y Zuma en general, que a los tres nos gustaba mucho esa canción, a cada uno desde su experiencia -continúa Larraín-. Además coincidió con la muerte de un amigo muy cercano y querido, también fanático de Neil Young, y debido a que la letra original habla de un amigo desde una perspectiva oscura y negativa, alteré la última estrofa para darle un sentido mas cercano a la opinión que tengo de mi amigo. Fue una especie de tributo a él.
Más allá de influencias de viejo cuño, el propio grupo tiene también un recorrido previo que considerar. En el mismo año de 2008 en que debutaron Los Dolores, Pato Larraín tocó en una segunda formación de Wipala, el grupo que el cantante y guitarrista Andrés Goli Gaete formó en Valparaíso tras la separación de su banda previa, Tsunamis, junto a hombres como Álvaro Guerra, guitarrista de Guiso, y el baterista Iván Molina.
-Reemplacé a Guerra cuando aún estaba Iván Molina en batería, y luego él se fue y metimos a mi hermano Simón (Simón Larraín, de la banda Fasat Alfa) en su reemplazo -dice Pato-. Creo que logramos cosas buenas, lamentablemente no se vieron reflejadas en un disco. Era difícil componer y arreglar con el Goli viviendo en Valpo. Finalmente vino la resurrección de Tsunamis (ese grupo se reformó en 2010) y el proyecto (Wipala) quedó en stand by. Ojalá se retome en algún minuto, aunque sea para sacar un disco.
Y en reversa hay más historia. El mismo Larraín es integrante de Subradical, el trío de punk rock iniciado en 1994 que ha grabado los discos Sigo respirando (1999), En el mundo y sin poder (2001), Sin saque (2004), el doble Canciones para explotar (2005) y 5 (2007), además de diversos compilados y de sus experiencias en calidad de teloneros de puntales del hardcore y el punk internacionales como Bad Brains el 15 de abril de 2008 en el Galpón Víctor Jara y Circle Jerks el 4 de marzo de 2009 en el Teatro Novedades.
-Subradical debe ser la banda mas prolífica y sin embargo más incógnita de la escena under -resume el guitarrista-. Hemos estado siempre ahí, pero con poca difusión. Así y todo nos tocado hacer cosas importantes, como tocar con Circle Jerks y Bad Brains y en todo el sur de Chile. Creo que los pocos que nos conocen saben valorarnos.
-¿Qué efecto tiene para ti, o para la banda, haber pasado por dos grupos como esos antes de formar Los Dolores? ¿Algo de eso queda o no tiene nada que ver con esta música?
-Absolutamente todo queda, un músico es un saco lleno de las variadas influencias que traemos, y que van reflejándose de una manera u otra en los distintos proyectos, aunque sea de manera inconsciente. La gracia está en perderle el miedo a reconocer que te gusta Guns N' Roses y ocuparlo cuando queda bien. Matar el estilo, pero con clase. Esto es lo que en mi opinión da autenticidad a una banda. Puedo decir con tranquilidad que me gusta Ramones, Slayer y Motörhead, y también Bob Dylan, Nick Drake y Neil Young, y voy a meter todos esos recursos en los lugares que me parezca que funcionan.
Larraín recuerda un experimento al respecto. "Una vez, por ejemplo, probé una misma canción con Dolores y Subradical, sin decirles que estaba ensayando la misma idea con una banda el miércoles y con otra el jueves. Cada banda dio su propia lectura a la canción, propuso sus propios arreglos y ambas versiones eran muy buenas. Creo que es la clave para la sobrevivencia de una banda: puedes pasar toda tu vida haciendo música si no te encasillas en el estilo de moda del momento". Por lo pronto, Los Dolores ya tienen pensado un nuevo disco, un EP que esperan grabar entre abril y mayo.
-¿De dónde es el paisaje que aparece dado vuelta en la carátula del disco?
-El arte del disco es un collage de distintos paisajes -explica Nico Galdames-. Es la abstracción de montañas en el desierto, contrastadas con un cielo de nubes. La idea fue generar una imagen sicodélica a través de la geografía de Chile, pero cambiando y generando un clima ultra subjetivo donde exista nieve y calor al mismo tiempo. Que paradójicamente coincidió perfectamente con lo de la lluvia en el lanzamiento, ja ja ja.