''Como el musguito en la piedra, ay sí, sí, sí'', inspirada en Chile, será parte de la retrospectiva de Bausch.
Harold CastilloLONDRES.- Dos de los escenarios más significativos de Londres, el centro Barbican y el teatro Sadler's Wells, se unirán en 2012 para hacer realidad el último proyecto de la coreógrafa alemana Pina Bausch, fallecida en 2009, y que consiste en una retrospectiva de diez montajes inspirados en ciudades en las que trabajó.
La serie de espectáculos de Bausch, una de las mayores figuras de la danza internacional contemporánea, está programada del 6 de junio al 9 de julio en el London 2012 Festival, la "olimpiada cultural" que acogerá la capital británica poco antes de los Juegos, y que concentrará cerca de 1.000 exhibiciones de danza, música, teatro y artes visuales.
Uno de los proyectos más ambiciosos del certamen será la retrospectiva de la coreógrafa, que reunirá por primera vez los espectáculos que la alemana creó entre 1986 y 2009 inspirándose en diez ciudades distintas, y entre las que se incluye Santiago, inspiradora de "Pieza Chile" (aquí presentada como "Como el musguito en la piedra, ay sí, sí, sí").
Las otras ciudades que forman parte de la retrospectiva son Nueva Delhi, Sao Paulo, Palermo, Hong Kong, Los Angeles, Budapest, Estambul, Roma y Tokio.
La programación alternará cuatro espectáculos en el Barbican Hall, sede habitual de la Orquesta Sinfónica de Londres, y seis en el teatro Sadler's Wells, uno de los espacios de danza más reconocidos del Reino Unido, en lo que será la primera colaboración de esta naturaleza entre ambos centros artísticos.
Durante los días en los que una representación esté en cartel en un escenario, en el otro se trabajará para instalar los monumentales y complejos decorados ideados por el diseñador habitual de los montajes de Bausch, Peter Pabst.
El espectáculo "Palermo, Palermo" se inicia con un muro de 600 ladrillos y 18 toneladas que se destruye y cae sobre las tablas, mientras que "Der Fensterputzer" (Hong Kong) incluye un montículo de seis metros de altura cubierto de flores artificiales.
Bausch fue la figura más destacada de la danza alemana de las últimas décadas y una de las mayores del panorama internacional contemporáneo hasta su muerte en 2009, a los 68 años, pocos días después de estrenar su obra inspirada en Chile.
Su figura, conocida entre el gran público, alcanzará todavía mayores dimensiones cuando en abril se estrene el documental-homenaje producido por el cineasta Wim Wenders, presentado en el pasado Festival de Berlín.
Con anterioridad, Bausch ya había dejado su huella en el séptimo arte, cuando en 2002 el director español Pedro Almodóvar incluyó los vibrantes choques de cuerpos de "Café Müller" —una obra que se ha instituido en un clásico de la danza contemporánea— en su película "Hable con ella".
La coreógrafa también había realizado una breve aparición en "Y la nave va", la película satírica del director italiano Federico Fellini sobre el mundo de la ópera.
Tras formarse en Essen (Alemania) y Nueva York, Bausch recaló en 1973 en el que sería su destino definitivo, el teatro Wuppertal, en la ciudad alemana del mismo nombre, donde formó la compañía "Tanztheater Wuppertal", con la que, tras algunas controversias iniciales, alcanzó gradualmente el reconocimiento internacional.
Obras como "Orfeo y Eurídice" (1975) y su novedoso "Café Müller" (1978) llamaron la atención en Europa, y su estilo particular, que combinaba figuras poéticas con elementos cotidianos, le sirvió para conseguir los más prestigiosos premios de la danza mundial.