BUENOS AIRES- La polémica entre intelectuales kirchneristas argentinos y el escritor peruano Mario Vargas Llosa continuó hoy con el desafío del director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, al Premio Nobel de Literatura a que "afine sus argumentos" cuando debata en la Feria del Libro de Buenos Aires.
"Señor Vargas, si desea discutir, cuando dé sus conferencias entre nosotros, trate de afinar sus argumentos para que no sean simples fachadas con las cuales confundir a las buenas conciencias sobre los gobiernos populares que usted busca debilitar", sostiene González en una columna que publica hoy el diario Página/12.
"Lo escucharemos de todas maneras, pero lo preferimos en su mejor agudeza antes que en su enunciación chicanera", afirma el ensayista.
La polémica comenzó semanas atrás, cuando González solicitó a la Fundación El Libro que Vargas Llosa no participara en la inauguración de la 37 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que abrirá del 20 de abril al 9 de mayo, por considerar que es "un hombre de agresividad creciente hacia los procesos populares" y no concuerda "con las corrientes de ideas que abriga la sociedad argentina".
"La invitación a Vargas Llosa es una ofensa a la cultura argentina", aseguró en su momento.
El director de la Biblioteca Nacional, integrante asimismo del grupo de intelectuales kirchneristas conocido como "Carta Abierta", retiró horas después su veto tras la intervención de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El autor de "La ciudad y los perros" ratificó no obstante su presencia en la inauguración de la Feria del Libro y anticipó que hablará allí de sus "posiciones e ideas". En una reciente columna tildó además de "piqueteros intelectuales" a quienes lo cuestionaron.
En este nuevo capítulo del enfrentamiento, González afirma que "si se le pudiera decir algo a Vargas Llosa, le indicaríamos que deje de inventar hombres infames y réprobos, prefabricados en el laboratorio creado por alquimistas duchos en moldear marionetas como contrincantes, con las que les sería fácil discutir y derrotar sin la molestia del argumento".
"Si aun no le molesta argumentar, señor Vargas, ensaye hacerlo con nosotros, que no somos lo que uested caricaturiza sin resguardar estilo ni cuidado".
"Nunca nadie quiso impedir sus conferencias; ahora le pedimos que las dé si es posible con los temas de este debate, que se informe adecuadamente sobre las ideas que trata de embestir, y una vez cumplido, que trate de exponer caballerescamente sus ideas, como en otros tiempos supo hacerlo", propone González.