Una de las ideas llamativas de los últimos años en los escenarios de música chilena en vivo en Chile ha sido la de Solistas Unidos. Si en la dinámica de una banda todos trabajan para todos y en la lógica de un solista los músicos de apoyo trabajan para el jefe o la jefa, este elenco es la mezcla justa. Todos trabajan para todos y son todos solistas: en el mismo concierto, cuando es el turno de cada uno los demás se transforman en su banda. Nombres como Anne Robinet, Rojo Cinco 3 Veces, Arturo Rodríguez, Juan de la Calle, José Tomás Palma, Cadenasso, Espinosa, Felipe Palma y Corderolobo han sido parte de este colectivo desde 2009, y este último ahora da un paso adelante y presenta su primer disco.
Y mucho de esa lógica colaborativa se escucha aquí. Corderolobo es otra forma de decir Carlos Vargas, el autor y cantante de estas ocho canciones, pero Corderolobo no sonaría así sin la pequeña orquesta que se adivina de fondo y que transforma cada composición en una sorpresa. Es una cuestión de timbres, para empezar. Un charango suena desde el comienzo, percusión a mano y percusión digital se mezclan luego y todo el tiempo entran y salen ingredientes como órganos, teclados, melódicas, metalófonos, cuerdas, bronces y arreglos vocales además de guitarras, bajos y baterías. Pero también es un asunto de composición y de arreglos: en un momento de la canción "Come y calla" hay tres modulaciones seguidas que no a cualquiera se le ocurren, esta música se mueve entre pasajes acústicos y rockeros y más allá de todas sus variaciones en ella hay continuidad e identidad.
Y más allá de los experimentos en la producción y de las letras sugerentes, Corderolobo compone canciones. Y canta con intención pop, tanto que en otra canción llamada "Congelados" hasta pronuncia como el cantante pop chileno promedio, con esa inclinación a transformar todas las vocales en a. Pero si es por comparar también se acerca en más de una ocasión a esos arreglos vocales e instrumentales ambiciosos del cantante estadounidense Sufjan Stevens ("Como si fuera poco" se escucha muy cerca de alguna de las canciones de su disco Illinois). Esas y otras libertades están tomadas en este disco debut, anticipado por un par de videoclips y prensado en un libro-objeto que termina de disparar la propuesta en otras direcciones. Solistas Unidos era sólo el comienzo de las buenas ideas de Corderolobo como solista.