Un escueto show de The Killers corona la histórica primera jornada de Lollapalooza

SANTIAGO.- Estaban a la cabeza del cartel de Lollapalooza Chile, primeros en la lista, antes que Kanye West y que el grupo del dueño de la fiesta (Jane's Addiction). Y en el cierre de la primera jornada, el cuarteto The Killers demostró a medias por qué se hizo de esa posición.

En el concierto más concurrido del día, el grupo que lidera el carismático Brandon Flowers dejó en claro que con sus fans chilenos existe un verdadero romance, que en el maratónico encuentro musical que se realiza en Parque O'Higgins escribió su cuarto capítulo en Chile.

Ante cerca de 15 mil personas, los de Las Vegas volvieron a demostrar -tal como el jueves en La Cúpula- que el paréntesis de más de un año que se dieron no pasó en vano, y que de vez en cuando se hace notar con la exposición de una sensibilidad menor a la que los ha caracterizado, a la hora de ensamblar sus canciones.

Temas como "Bling confessions of a king" y "Jenny was a friend of mine" pueden ser botones de muestra, con los cuatro músicos y su tecladista de refuerzo menos constituidos en esa indivisible unidad que siempre habían sido. Dave Keuning apostando por una guitarra más desnuda y menos vestida por la pedalera, puede ser quien más contribuye a ese efecto, además de exponerse como un instrumentista poco más que regular.

Pero eso no es problema cuando se habla de romances, situación en la que hay espacio para la incondicionalidad y la celebración, estado este último al que se llegó de la mano de temas como "When you were young", "Read my mind" y "Mr. Brightside", entre otros.

La incondicionalidad y el buen ánimo, además, permitieron que el público pasara por alto los apenas 80 minutos que duró el show, muy por debajo de los 120 anunciados en el programa.

Previa metalera

Antes de The Killers, los californianos de Deftones ofrecieron un show demoledor, centrado en su disco White Pony (2000), quizá el álbum esencial de su carrera. La jornada la abrieron con "Diamond eyes", primer sencillo de su último disco, que lleva el mismo nombre.

Los ánimos se mantuvieron en alto durante toda la presentación, tanto que el vocalista Chino Moreno se permitió bajar del escenario en dos ocasiones, en las que fue "saludado" con diversos manotazos de sus seguidores, que además estuvieron a punto de hacerle perder sus pantalones.

"Digital bath", "Back to school", "Nice party", "Change" y "Passenger", entre otras, fueron algunas de las canciones que interpretaron, además de clásicos de su repertorio noventero, como "Be quite and drive" y "Shove it".

La rudeza del conjunto se evaporó cuando recordaron a su accidentado bajista Chi Cheng, quien sufrió un accidente que lo dejó en coma el año 2009, y que actualmente se encuentra en terapia de rehabilitación. "Muchas gracias a todos ustedes por el apoyo que le han dado a Chi. Eso lo apreciamos mucho nosotros, su familia y Chi", dijo Moreno, provocando una ovación al malogrado músico.

Fiesta al cierre

La jornada la cerró también Fatboy Slim, DJ británico que ofreció en paralelo a The Killers un encendido set en la Arena Movistar, de la mano de un espectáculo impactante que más de 10 mil personas siguieron en un ritual colectivo en torno al baile. Una auténtica fiesta también había desatado antes en La Cúpula el grupo CSS, con su sonido rockero y bailable.

Sin dudas un final mucho más acorde a lo vivido en este día, que en el saldo global no da para menos que para festejar: La de hoy ha sido una jornada digna de celebraciones; una que quedará atesorada en la memoria de quienes estuvieron en el Parque O'Higgins, y archivada entre lo más relevante que se ha inscrito en nuestra joven historia de conciertos internacionales de rock. Mañana a las 12:00 se abre el segundo capítulo.