El año pasado el músico no pudo conseguir permiso del Ministerio de Cultura para tocar en China.
AFPBEIJING.- Todo está listo para la primera actuación del cantante estadounidense Bob Dylan en China mañana en el Gimnasio de los Trabajadores de Beijing, a lo que se suma la expectación de no saber aún si la vena política del veterano artista y sus más míticas canciones protesta saldrán a escena.
A punto de cumplir 70 años, el autor de "The Times They Are a-Changin'", "Blowing in the Wind" y otros himnos de los movimientos de protesta en los años 60 actúa por fin en el aún bastante cerrado régimen comunista chino, tras un intento fallido en 2010.
Es probable, como ocurre en estos casos, que la censura china haya impuesto una lista de canciones que Dylan no podrá tocar en el concierto, pero de momento las condiciones requeridas por Beijing al cantautor son un misterio, al igual que todos los detalles de su estancia en la capital china, según señalaron los organizadores de la gira.
El Dylan actual es más conocido por su reconversión al cristianismo que por el pacifismo y la lucha por las libertades que abanderó en los años del movimiento hippie, pero también las autoridades comunistas recelan de cualquier proselitismo religioso procedente del exterior, así que el morbo, en cualquier caso, está servido.
Las autoridades chinas siempre han tenido recelo de actuaciones de famosos artistas occidentales en su territorio, una tendencia que ha sido especialmente notoria desde que en 2008 la cantante islandesa Bjork mostrara su apoyo a la independencia del Tíbet en un concierto en Shanghái, días antes de las revueltas tibetanas de aquel año.
Los organizadores de las giras de Dylan comprobaron estas dificultades el pasado año, cuando tuvieron que suspender la gira asiática del juglar de Minesota al no conseguir permiso del Ministerio de Cultura de China (aunque en aquella ocasión también hubo desacuerdos económicos con la parte china de la organización).
Lleno total
Cuando Dylan estaba en su momento de apogeo -años 60 y 70- los chinos estaban prácticamente aislados del exterior, inmersos en otra revolución (la cultural, ideada por Mao Zedong), pero sí escucharon su música generaciones chinas posteriores, como la que a finales de los 80 protagonizó las protestas de Tiananmen, y el cantante es conocido en China, aunque quizá menos por los más jóvenes.
Se espera, por ello, que el gimnasio esté lleno a rebosar, cosa que no será difícil teniendo en cuenta el pequeño aforo del lugar (sólo unos 10.000 asientos, cuando al lado se encuentra el Estadio de los Trabajadores, con una capacidad seis veces mayor y donde suelen actuar famosos artistas asiáticos).
La actuación de Dylan es la segunda de su gira asiática, iniciada el pasado día 3 en Taiwán (donde también actuó por primera vez) y que continuará el día 8 en Shanghái. El 10 de abril, Dylan tiene otra cita importante, pues cantará por primera vez en Vietnam, país que en los años 60 era escenario de una guerra con intervención norteamericana y contra la que sonaron las baladas del estadounidense.
Tras la actuación en Ciudad Ho Chi Minh el 10 de abril, Dylan regresará a China para un concierto en Hong Kong, el día 12, y más tarde culminará su periplo asiático en Singapur, el 15 de abril.
En el pasado otras giras de famosos músicos occidentales (como Oasis, The Killers, Céline Dion o Linkin Park) fueron suspendidas en el país asiático por problemas con la censura o desacuerdos sobre la recaudación.
La primera banda de pop internacional que actuó en China fue Wham!, en 1985, con un concierto en Pekín que a los a gente s del grupo de George Michael les costó meses de interminables negociaciones.
Otros le siguieron, como Whitney Houston o Elton John, pero se considera que el primer gran concierto de rock en China fue el que los Deep Purple dieron en Pekín en 2004.