Kevin Spacey reclama por recortes a las artes en Parlamento de EE.UU.

WASHINGTON.- El actor Kevin Spacey improvisó el martes "teatro callejero" para pedir al Congreso que preserve el financiamiento para el Fondo Nacional para las Artes (NEA) en medio de llamados a fuertes recortes presupuestarios.

Spacey debía declarar en la Cámara Baja durante una audiencia que fue cancelada a última hora por negociaciones presupuestarias para evitar un cierre del gobierno. En lugar de ello, el actor emitió un discurso ante partidarios de las artes.

El laureado actor dijo que un taller de teatro ofrecido por el legendario Jack Lemmon cuando tenía 13 años le dio un gran impulso a su carrera. Cuando llegó el momento de interpretar una escena para Lemmon, Spacet habló con voz temblorosa, insegura. "Hubo destellos excelentes", le dijo Lemmon.

"Él vio algo en mí, un potencial, que ni siquiera yo había reconocido", dijo Spacey. "Ese momento me marcó, y marcó mi vida".

El doble ganador del Oscar dijo  temer que menos niños tendrán oportunidades en las artes. Los recortes amenazan los fondos proveídos por NEA a grupos artísticos y teatrales locales, dijo.

"Para mí, es importante apoyar absolutamente las artes y las industrias creativas y lo que traen para nuestra nación", le dijo Spacey a The Associated Press. "Es la mayor exportación que intercambiamos en el mundo".

Representantes republicanos aprobaron un recorte de 40 millones este año para el presupuesto anual de NEA (168 millones), aunque el recorte está sujeto a negociaciones en el Senado. Otros quieren cortar los fondos completamente para el 2011, incluyendo Sarah Palin, que recientemente dijo que esos gastos gubernamentales son frívolos.

El representante republicano Mike Simpson, jefe del subcomité de la cámara baja que financia las artes, dijo que piensa que la mayoría de los congresistas apoyan preservar los fondos.

El representante demócrata James Moran dijo que el gobierno está comprando aviones de combate que cuestan tanto cada uno como el presupuesto anual de NEA. El F-22 cuesta 412 millones de dólares y el F-35 cuesta 126 millones. El gobierno va a comprar centenares de esos aviones.

"No somos un país pobre. Somos un país rico, pero nuestro poder real proviene del poder de las ideas", dijo. "(Los recortes) no son para ahorra dinero. Son algo ideológico".