BOGOTÁ.- Curenta y cinco cuadros del fallecido pintor y escultor colombiano Ómar Rayo fueron robados desde un departamento en el centro de Bogotá, donde estaban guardados a la espera de ser llevados al museo que fundó el artista.
Medios locales coincidieron en que el robo se produjo entre el 15 de enero y el 8 de abril de este año.
Al parecer, los cuadros, la mayoría de ellos de gran formato, fueron sustraídos sin tan siquiera quitarles los marcos.
El robo fue denunciado por el secretario general del Museo Rayo, Juan José Madrid; por Águeda Pizarro, esposa del pintor, y por quienes accedieron a la vivienda y se percataron de la ausencia de las obras.
Según Madrid, la administración del edificio afirma que todos los paquetes que entran y salen del lugar son debidamente registrados, pero nadie se dio cuenta de la salida de los cuadros, que miden más de un metro cuadrado.
Las pinturas estaban guardadas en ese inmueble a la espera de las adecuaciones que se estaban haciendo en el Museo Rayo para ser expuestas allí, junto a otras obras que forman parte del legado del artista.
Ómar Rayo murió el pasado 7 de junio en una clínica de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, adonde fue trasladado por un infarto.
Rayo nació el 20 de enero de 1928 en Roldanillo, donde años después fundó un museo de artes que lleva su nombre.
Sus inicios como artista fueron en su adolescencia, cuando encontró un aviso en un diario en el que se anunciaba un curso de dibujo por correspondencia de la Academia Zaer de Buenos Aires.
A partir de 1948 empezó sus exposiciones, y entre 1959 y 1960 vivió en México, gracias a una beca otorgada por la Organización de Estados Americanos (OEA). Después, con otra, estuvo en Nueva York, donde se radicó hasta 1976.
Su obra como pintor, grabador y escultor estaba enfocada en figuras geométricas como cuadrados, rectángulos y líneas, combinadas con colores rojos, blancos y negros.