La polémica ''Piss Christ'' fue vuelta a exponer en el mismo estado en que la dejaron quienes atentaron contra ella.
AFPPARÍS.- El fotógrafo neoyorquino Andrés Serrano, cuya fotografía en la que un crucifijo aparece sumergido en orina fue atacada el domingo, se declara un "artista cristiano" y asegura que sueña con "trabajar en el Vaticano".
"Soy cristiano. Es más, soy un artista cristiano", explica en el diario "Libération" el artista, que a sus 60 años se dice sorprendido de que un grupo de fanáticos católicos destruyeran a martillazos su polémica imagen, titulada "Piss Christ", tomada hace más de 35 años y expuesta ahora en el museo privado de arte contemporáneo de Aviñón, en el sur de Francia.
Marcado por la educación católica que recibió de su familia, hondureña y caribeña, asegura que le gustaría "trabajar en el Vaticano, realizar una gran obra religiosa en Roma, en las iglesias de la ciudad del Pontífice".
"Me gustaría que la Santa Sede comprenda que soy un artista profundamente cristiano de mi tiempo", explica Serrano, quien asegura que no es un artista blasfemo ni tiene "ninguna simpatía por la blasfemia".
Sus obras tienen un título de "carácter literal" y "descriptivo". Por eso, si en una pieza utiliza sangre, el nombre de ese fluido estará contenido en el título, dice.
"Si una obra se convierte en algo demasiado legible, no es arte, es propaganda. Tomé un crucifijo porque es un objeto banal (...) al que no le prestamos atención (...). Apelando a la sangre, la orina o las lágrimas, provoca reacciones. También es un modo de recordar a todo el mundo el horror que pasó Cristo", argumenta.
Serrano, un provocador figurativo que se mueve alrededor de temas como el cuerpo, el sexo y la muerte, suele utilizar secreciones humanas para sus series de trabajos, desde la sangre al semen, pasando por las lágrimas o la leche materna.
Muy criticado en Estados Unidos en los años 80, y objeto también de actos de vandalismo en 1997 en Australia y diez años después en Suecia por individuos de extrema derecha, Serrano asegura que sus detractores nunca habían llegado tan lejos en su país.
El artista celebró la idea del museo de volver a abrir hoy sus puertas y exhibir "Piss Christ" y otra de las obras atacadas tal y como las dejaron los vándalos, que el pasado domingo aprovecharon la deriva de una manifestación católica para arremeter a martillazos contra la obra de Serrano.