Una imagen de la comedia de Paul Feig, que debuta esta semana en Estados Unidos.
Universal Pictures
LOS ANGELES.- "Bridesmaids", la última película de la productora de Judd Apatow, aplica al mundo femenino la misma receta que hizo exitosa a la comedia norteamericana moderna: un humor colegial y descarado inspirado en el Estados Unidos de hoy.
La película, que se estrena el viernes en Estados Unidos y Canadá, relata los hilarantes contratiempos de Annie, una soltera treintañera y económicamente arruinada (Kristen Wiig), quien debe asumir el ingrato -y costoso- papel de ser la dama de honor de su mejor amiga, Lillian (Maya Rudolph).
Annie debe organizar la despedida de soltera, planificar la tradicional reunión familiar previa a la boda, elegir los vestidos de damas de honor... un montón de responsabilidades que sueña arrebatarle Helen (Rose Byrne), la "nueva mejor amiga" de la novia, rica, hermosa, organizada, responsable y dulcemente insoportable.
El guión es de Kristen Wiig, protagonista del film, formada en la factoría de cómicos de televisión "Saturday Night Live".
Con un elenco mayoritariamente femenino, "Bridesmaids" irrumpe en el paisaje de la comedia estadounidense, más acostumbrado a los héroes masculinos ("Virgen a los 40" y "Ligeramente embarazada", ambas de Apatow) o a las tramas que involucran a grupos de hombres ("¿Qué pasó ayer?").
Paul Feig, viejo compinche de Judd Apatow y director de "Bridesmaids", reconoce que "existe una especie de tabú" sobre la comedia femenina. "No me puedo dar cuenta porqué. Tengo la impresión de que es porque nadie ha tratado realmente de hacerlo", dijo a la AFP.
Según el cineasta, Apatow es quien tiene el mérito de haber llevado esta historia a buen puerto. "Su reputación es tal que los estudios lo siguen a ojos cerrados", apuntó Feig.
También fue Apatow quien pudo imponer un elenco relativamente poco conocido. "Normalmente para hacer una película como esta, hay que tener a Sandra Bullock y actrices exitosas", indicó.
"Pero, por una parte, eso no iba a ser viable económicamente, y por otra, aún cuando estas mujeres tienen talento, no hubiese sido necesariamente un elenco cómico porque ellas llevan el peso de sus películas anteriores, es como que no hay sorpresa", añadió.
En "Bridesmaids" ninguna de las actrices es "una estrella, según los estándares hollywoodenses. Pero todas fueron escogidas estrictamente por su talento y su capacidad de hacer reír e improvisar", recalcó el director.
Más allá de los chistes, son las situaciones las que hacen reír en "Bridesmaids", como una escena donde una prueba de vestidos se transforma en una catástrofe.
"Yo veo muchas películas donde la única manera de mostrar a una mujer divertida es haciéndola reaccionar como un hombre. La hacen más dura, se la ve peleándose con sus amigas sin parar", criticó.
"Pero sabemos que no es así como son las cosas. Hay que llegar muy lejos para que estalle una pelea entre mujeres, pero cuando eso pasa es terrible", agregó el director refiriéndose a otra escena memorable de la comedia.
Paul Feig espera a que la película encuentre su público. Y no solamente por anotarse un punto más en su carrera. "Mi temor es que si no le va bien, se termine este género de películas", afirmó.
Ésa es la gran injusticia. "Si a una película con dos hombres no le va bien, nadie va a decir: 'Dejamos de hacer películas de tipos'. Pero si fracasamos con 'Bridesmaids', algunos van a decir: 'Bueno, eso quiere decir que el público no quiere ver tantas mujeres en el cine', y eso sería criminal", estimó Feig.
