Pese a ser declarado ''persona non grata'', Lars von Trier sigue en competencia en Cannes con ''Melancholia''.
EFE
CANNES.- El director danés Lars von Trier, excluido del Festival de Cannes, pero no expulsado de la competición, donde participa con su film "Melancholia", reconoció hoy, sobre sus palabras de simpatía por Hitler, que fue "un estúpido".
"Soy el primero en lamentar que haya gente que se haya sentido herida. Y fui un estúpido", declaró el director a seis periodistas, entre ellos uno de EFE, a varios kilómetros de Cannes.
"Hoy estoy bien, especialmente desde que sé, como dicen los ingleses, que oriné sobre mis propias papas fritas. Ahora sé lo que he hecho", agregó, preguntado por la declaración de "persona non grata" hecha por el Consejo de Dirección del Festival contra él.
El pasado miércoles, en la rueda de prensa de presentación de su película, Von Trier pronunció elogios a Hitler y se declaró simpatizante del nazismo, aunque hoy aseguró que todo fue una broma en respuesta a una pregunta de un periodista y que sus palabras se le fueron de control.
"Estaba intentado distraer a la gente lo mejor que podía y de repente me estaba yendo hacia un sitio hacia el que, ay... Es como cuando uno entra demasiado rápido en una curva y... fue casi imposible salir de ahí", afirmó.
También le echó la culpa a que su inglés "no es muy bueno", aunque insistió: "Uno tiende a creer que la gente pensará que es una broma. Pero la gente no se lo toma así si uno lo dice con unas pocas palabras", lamentó.
Trier dejó claro que de ahora en adelante se pensará mucho si asiste a conferencias de prensa con muchos periodistas y dijo: "me alejaré de ellas porque es una situación estúpida. Me hace daño a mí, a mi compañía, a la película".
Lo que no le impidió seguir hablando en tono irónico. "¿Que si estoy excluido de la competición? Creo que no. Se supone que no puedo acercarme a menos de cien metros del Palacio de Festivales. Así que estábamos aquí bromeando sobre si vuelvo por allí y tengo que sacar unas banderas de señales para decir algo así como '¿eh, me han dado la Palma?'".
"Me gustaría saber qué pasaría si me acerco a menos de cien metros. No tengo ni idea. En principio, lo de 'persona non grata' es algo de lo que estoy muy orgulloso", añadió a continuación.
Y pese a que aseguro no estar orgulloso de cómo llegó esa declaración, agregó que la expresión le suena muy bien cuando la pronuncia. "Y esto tiene que ver con mi personalidad. Y sé que mi familia también lo estaría. No por lo que dije", manifestó Trier sin precisar si estaba o no bromeando, aunque el tono indicaba que sí.
"Lo único que lamento es que he tenido un concepto muy bueno y un buen apoyo del Festival de Cannes (...) así que lamento si este contacto se ha perdido", agregó.
Para añadir: "Lo único que puedo decir es que cualquier criminal, si ha hecho una película, y es lo suficientemente bueno para el Festival de Cannes tendría que estar ahí. Si ha cometido algún crimen, por supuesto que tendría que metérsele en la cárcel, sin duda".
"Pero es que parece que hay una etiqueta con lo que se puede y no se puede decir en el Festival de Cannes", protestó. "Hay un poco de nazi en cada uno de nosotros, sin duda. Y está ahí, bajo la superficie y hay que ser consciente de ello. Y también está el pequeño ser humano (que puede haber) dentro de Hitler", dijo en relación a la materia que le ha puesto fuera de Cannes.
Un debate viejo, dijo Von Trier, que afirmó que "es muy fácil decir que fue su culpa (de Hitler), que si no hubiera nacido no habría habido una II Guerra Mundial. Eso es demasiado fácil y no es una manera sana de ver las cosas".
"Pero luego, es que todo es ridículo porque la gente quiere que diga que me retracto de que respeto a Albert Speer como arquitecto" del Tercer Reich alemán.
Algo que calificó de "ridículo" porque en su opinión "fue un arquitecto maravilloso, con una visión". No le respeta por haber sido un criminal de guerra, pero sí por lo que hizo desde el punto de vista artístico. "Y dije que no (me retractaría) porque sería ridículo", agregó.