Dos o tres monosílabos que van y vienen en la órbita de este grupo chileno sirven como primera aproximaciones al sonido de Kafod: prog, folk, rock. El carácter episódico de la música progresiva, los timbres acústicos del folk y la influencia universal del rock son los componentes principales de la música de este cuarteto iniciado en 2008 en torno al músico Carlos Cruz y originario de Quilpué, en la región de Valparaíso.
En el historial previo de Cruz figuran grupos de música progresiva y rock de nombres como Hubbas, Jade o el trío Sur Pacífico, con el que el músico grabó el disco En el principio (2002) y compartió alineación con Ismael Cortez, guitarrista de la reconocida banda progresiva porteña Tryo. Pero si hubo momentos de experimentación en el pasado, ahora en Kafod esa inclinación está balanceada con una aproximación más franca al rock y a la canción, tal como se oye en Nuevo pulso, el álbum debut de la banda.
Una letra de ficción y un compás irregular dan la bienvenida al disco, seguidos por la presencia en paralelo de una guitarra eléctrica rockera y teclados con timbres de piano o de ensambles de cuerdas sintetizadas. El carácter progresivo se advierte en rasgos como la presencia del baterista Félix Carbone, de los citados Tryo, o la voz masculina aguda propia del género –con ejemplos como los de Geddy Lee o Jon Anderson– con que canta Cruz, solo o a dos voces en una buena combinación con la pianista y tecladista Paula Demarco. Cuando el vocalista entona en inglés una canción llamada "Jungle" se aproxima incluso a un grupo como Alan Parsons Project, y en ese sentido no es raro que "Hacer bien o hacer mal" parezca un eco local de Rush, una banda que sabe combinar del mejor modo los dos mundos. Con una vocación clara por la música progresiva, este grupo se escucha como rock progresivo derivado a pop. Otro monosílabo para sumar cuatro puntos cardinales a la ruta de Kafod.