Director de película censurada en Gran Bretaña se defiende: "No es real, es arte"

SANTIAGO.- La inusual medida tomada por la British Board of Film Classification (BBFC), que censuró por undécima vez una película en sus casi 100 años de historia, no cayó bien en el director holandés Tom Six, el más afectado por la decisión.

El organismo censor manifestó que la segunda parte de la cinta "The Human Centipede" está construida con "material inaceptable" y se negó totalmente a entregarle una calificación, con lo que no podrá ser distribuida en ningún formato -cine, DVD o internet- en Gran Bretaña.

Tan drástica fue la decisión de la BBFC, que ni siquiera admitieron la posibilidad de que el director hiciese cambios en la cinta para que pudiese ser reevaluada, ya que de principio a fin constituiría material "peligroso".

"Gracias por prohibir mi película en esta forma tan excepcional. Aparentemente hice una horrorosa película de terror. ¿Pero acaso una buena película de terror no debería ser horrorosa?", escribió Six a la revista "Empire" en su defensa.

La primera parte de "The Human Centipede" ya había tenido ciertos problemas para pasar la censura en Gran Bretaña, pero finalmente pudo llegar a ser distribuida sin hacerle cambios. En ella se narraba la historia de un médico que secuestraba personas para realizar un macabro experimento: crear un ciempiés humano, que significaba suturar de la boca al ano de sus víctimas.

"Todo es ficción. No es real. Es todo para hacer creer. Es arte. Denle a la gente su propia posibilidad de elegir si verla o no. Si la gente no puede manejarla o no le gustan mis películas, que no las vean. Si a la gente le gustan mis películas, deben poder hacerlo en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso en Gran Bretaña", añadió Six.

La polémica segunda parte de "The Human Centipede" cuenta cómo un hombre se obsesiona viendo un DVD con la primera película y se decide a repetir el experimento. La cinta se enfoca en sus fantasías y las torturas que este sujeto aplica a sus víctimas. En una de las escenas más explícitas, el hombre coloca alambre de púas en su pene y viola a la mujer que está en el último lugar del ciempiés humano, mientras disfruta cómo sus víctimas son obligadas a defecar en la boca de otros.