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Manuel Rodríguez metalstar

Como la primera "ópera rock-metal histórica" chilena lanza el cantante chileno Ives Gullé este trabajo: un disco y un montaje en vivo sobre la historia de Manuel Rodríguez en versión heavy metal. Este domingo 4 de diciembre llega a La Cúpula del Parque O'Higgins.

01 de Diciembre de 2011 | 13:16 |

Debe haber quedado como el récord de alto volumen registrado en la historia del Museo Histórico Nacional. Fue a pocos días de iniciado el año, el 10 de enero último, cuando un elenco de músicos llegó hasta ese lugar en el corazón de la ciudad, frente a la Plaza de Armas, para estrenar una obra sobre la vida de Manuel Rodríguez a ritmo de rock. Más que una ópera rock: una ópera metal rock, según la nomenclatura de su autor.


Fue el estreno oficial de Húsar, un trabajo simultáneo en disco y en escena creado por el cantante Yves Gullé, vocalista de la banda de heavy metal Garden Bitch y protagonista de este montaje. Grabado con músicos de bandas de ese mismo circuito como Delta, Steelrage, Alto Voltaje, Polímetro, Metalurgia, Desvíos, Maze e incluso los argentinos Rata Blanca, el disco es al mismo tiempo el soporte de la puesta en escena de la obra, en la que personajes históricos como Rodríguez, O'Higgins, Carrera, San Martín o Casimiro Marcó del Pont son interpretados por cantantes de rock o heavy metal, incluidos el célebre Rodrigo Pera Cuadra y la bajista América Paz Soto, esta última en el rol del gobernador español Casimiro Marcó del Pont.


Es el mismo espectáculo que este domingo 4 de noviembre a las 18.00 horas (ver recuadros) volverá a escena con una presentación en el teatro La Cúpula, en el Parque O'Higgins de la capital, con un elenco de diez cantantes y seis músicos en escena, y que esta vez será grabado para una próxima edición en DVD.

-La idea principal de Húsar es presentarlo como un montaje musical de teatro, en una puesta en escena con actores y cantantes -explica Ives Gullé (un apellido franco-italiano que se pronuncia como algo aproximado a "gulé"), un hombre que ya tiene una experiencia previa en los montajes de la obra "Jesucristo metalstar", versión metalera de la ópera rock "Jesucristo superestrella"-. La gracia de un disco de este tipo es que permite también hacer un show netamente musical, sin necesidad de hacer un montaje completo. Pero la prioridad es teatral musical.


De vuelta a la escuela (de rock)


Hay un antecedente más temprano en el recorrido de Gullé al respecto. Es el disco Huinca's rage (2000), grabado con Grial, su primera banda, activa entre 1998 y 2004, y con canciones de títulos como "Trauko", "Pillan's rising" o "The bird (La leyenda del Tue-Tue)".


-Huinca's rage hablaba de una leyenda mapuche fantástica basada en la historia de Lincoyán, un "mesías" mapuche -explica-. Todo partió por no abarcar la típica temática heavy metal de aquella época, que era de dragones, guerreros nórdicos, vikingos, hadas y duendes. Era una historia con un poco de ficción y de historia mapuche, y la hicimos en inglés con la idea de internacionalizar a la banda, ya que era algo que hasta ese momento no existía en ese estilo.


-¿Cómo se conecta eso con Húsar?
-Podría decir que fue como el antecesor de Húsar en el sentido de componer en base a una investigación histórica, hilando canción tras canción. No como una ópera, sino como un disco conceptual, una historia relatada en tercera y en primera persona. Por eso Huinca’s rage es muy importante en mi carrera, fueron mis primeros no sólo en composiciones de metal, sino también en términos de música clásica, como por ejemplo "Pillan’s rising".


El cantante puede remontarse aún más atrás si se trata de su interés por Manuel Rodríguez, hacia su época de escolar en la enseñanza básica. "La primera vez que escuche hablar de Manuel Rodríguez fue como en cuarto básico, en clases de historia y geografía", dice. "Lo encontré increíble, tremendo héroe, lo veía casi vestido como El Zorro. Creo que hasta se me confundieron los personajes: para mí El Zorro era chileno y se llamaba Manuel Rodríguez".


No es la única confusión de roles que rememora. "Recuerdo que no estaba muy conforme con estar de cumpleaños en febrero, ya que nadie está en esa fecha y es complicado hacer una fiesta. Pero eso duró hasta que la profesora de historia dijo 'El 25 de febrero de 1785 nació Manuel Rodríg…' Y ahí entré en una nube de sentirme casi como si tuviera su espíritu o fuera la reencarnación del guerrillero. Cosas de niño, tenía once o diez años y una gran imaginación".


-¿No tienes la misma admiración por otros próceres de la época, los hermanos Carrera, O'Higgins, por ejemplo?
-Me encanta la historia de O’Higgins, Carrera y los padres de la patria en general, pero siento que al que menos importancia se ha dado es a Rodríguez, aparte de que su historia es absolutamente romántica. Pasó de ser un prócer a leyenda de la patria, casi un mito. Un hombre con principios que acabaron intactos junto con su vida.


-¿Te iba bien en el ramo de historia en el colegio? ¿Te acuerdas del promedio que habrás sacado?
-Historia fue mi ramo favorito siempre. Me tocaron excelentes profesores, muy entretenidos, así es que me iba bien en general. En la básica no se qué promedio tenía pero andaba como en un 6.8, creo, y en la media creo que fue uno de mis pocos buenos promedios, je, je.


-Lo pregunto por si tuviste que estudiar para hacer este disco también. ¿Fue como ir a clases de historia de Chile de nuevo?
-La verdad es que tuve que estudiar bastante, la memoria es frágil así es que tuve que reeducarme en historia de Chile. A veces creí que era un castigo enviado por todos aquellos profesores a los que hacía rabiar en la educación media por no estudiar -se ríe-. Leí un millón de textos, revise un montón de páginas en Internet, no quería dejarme llevar demasiado por la fantasía ni obviar la realidad, no habría sido un justo homenaje.


Si hay que citar bibliografía, Gullé menciona "Los húsares trágicos", de Jorge Inostrosa; "Don Manuel Rodríguez Erdoiza, biografía”, de Guillermo Matta: "Recuerdos del pasado", de Vicente Pérez Rosales; "Historia del pueblo chileno", de Francisco Villalobos, "y el que fue mi biblia", dice: "Vida de Manuel Rodríguez, el guerrillero", de Ricardo Latcham.


-¿El metal se presta para una narración histórica? ¿Tiene un componente épico apropiado para relatar estos hechos?
-En el metal y el rock hay algo que otros estilos musicales no tienen: la fuerza para entregar colores, matices y vida a sentimientos y sensaciones dentro de un contexto musical. En este caso la música acompaña perfectamente a cada personaje. Además dentro de una estructura de metal puedes envolver todo con una sinfónica, o caer de golpe a una parte acústica, volver al metal con más agresión, y lo puedes dibujar en tu mente, incluso intuir antes de escuchar la letra.


-A propósito del "ópera metal-rock", ¿qué diferencias tiene con la "ópera rock" que todos conocen?
-Es verdad que la ópera rock es un género muy conocido, y hay excelentes trabajos como "Jesucristo superestrella", que son ejemplos de qué era el rock en los años 70. La diferencia es que en una ópera metal rock agregas elementos más modernos, con más potencia, puedes rescatar lo mejor de lo clásico y sumarle tintes nuevos del metal. Siento que el metal entrega más potencia a cualquier tipo de mensaje.


-Húsar está presentado como la primera "ópera rock-metal histórica" chilena. ¿Hay antecedentes extranjeros de trabajos así, fueron importantes para ti como ejemplos o influencias?
-Sí, en Chile es la primera en su género y de eso me siento muy orgulloso. En el extranjero hay varias óperas metal, las que más me han llamado la atención son las de Arjen Lucassen, como Ayreon o Star one, Tobias Sammet’s Avantasia, Aina, Genius. Todas esas me volaron la cabeza y obvio que en cierta medida me han influenciado.


-¿Cómo llegó el tecladista de Rata Blanca al elenco?
-Necesitaba un solo de teclado para el tema "Por mi patria", algo muy clásico al estilo Deep Purple, y Victor Escobar (vocalista de Alto Voltaje e intérprete del rol de San Martín en la obra) me dice "dile a (Hugo) Bistolfi, es muy buena persona y si no le preguntas no sabrás si puede". Le escribí y a los dos días ya tenía el solo en el estudio. Hizo un trabajo increíble en muy poco tiempo con una disposición muy pocas veces vista en un músico extranjero.


-En general el reparto de personajes está formado por músicos y no actores. ¿Y es difícil dirigir a rockeros para que actúen? ¿Por qué elegiste hacerlo así?
-Porque quería tener algunas de las voces más potentes del rock y el metal nacional. Que un cantante pueda actuar no es imposible -dice, y menciona la experiencia previa compartida con varios integrantes del elenco en montajes de "Jesucristo metalstar", como Rodrigo Galaz (Jesús), Víctor Escobar (Anás), Ricardo Susarte (Pilatos) y el director teatral Claudio Riquelme-. Él ya tiene experiencia domando metaleros.


-¿En particular cómo es la experiencia de tener a una mujer, América Paz, en un rol masculino como el del gobernador Marcó del Pont?
-Cuando escuché cantar a América supe que tenía que tener su voz  en el disco. No tenía ningún personaje femenino, me llegó a la cabeza la idea de probar a Marcó del Pont con su voz y calzaba perfecto. Ella imprimió el sello que necesitaba el personaje, no creo que otra persona hubiese interpretado de mejor forma al gobernador español de Chile. Tiene fuerza y rabia, pero también es un divo, muy femenino.


-¿Y cómo es trabajar con Pera Cuadra? ¿Es un actor innato?
-El Pera… Tenía un tema que necesitaba una voz poderosa y gutural y de pronto se me ocurrió: ¡el Pera! La letra salió sola, es el personaje bizarro del disco, la parte gore. Cuando lo invité me dijo que sí de inmediato y su trabajo en el estudio fue increíble, muy profesional, incluso inventó parte de la letra y decidimos dejarla, es como tener un pedacito de Dorso en el disco. Aparte de que es totalmente histriónico. Él sabe mucho de películas y actuación y no creo que sea un problema para él actuar.


Un primer anticipo de la obra en vivo fue dado en 2008, en el Teatro Caupolicán y como parte de un festival de metal sinfónico junto a la banda chilena Six Magics y la cantante finlandesa Tarja Turunen, ante unas mil quinientas personas. Y el siguiente fue el citado lanzamiento del disco en el Museo Histórico Nacional.


-Fue una noche de hacer historia -dice Ives Gullé-. Ninguna banda de metal o rock chileno había puesto en escena un show en el museo. Se escuchaba casi hasta (la calle) Agustinas. Nunca imaginé que podría interpretar a Manuel Rodríguez diciendo "Aún tenemos patria, ciudadanos", en el mismo lugar en que él lo hiciera. Fue un momento mágico e histórico.

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