Qué estilo. Don Rafael Traslaviña, retratado en 2001 por Jorge Sánchez. El músico falleció esta semana a los 89 años.
El MercurioSANTIAGO.- Su última aparición en un escenario fue por sorpresa y no precisamente para tocar el piano sino para compartir en el Club de Jazz, uno de sus escenarios históricos y donde en octubre de 2004 se reunió con viejos amigos músicos para una sesión fotográfica.
Allí estabab el contrabajista Iván Cazabón y el baterista Lucho Córdova, dos veteranos de Los Ases Chilenos del Jazz, que ese año cuimplían seis décadas desde que se reunieron. Rafaal Traslaviña era el pianista del grupo.
Este miércoles 17 de junio, el músico falleció a los 89 años. Padecía el mal de Alzheimer. Sus restos fueron sepultados el viernes 17 de junio en el Cementerio General.
Del jazz, de la cueca, del tango y de todo lo demás
Traslaviña es considerado uno de los precursores de lo que se llamó "hot jazz", es decir, una música fundamentada en la improvisaicón y que una generación de los tardíos años '30 y primero '40 desarrolló en torno al Club de Jazz, sala fundada en el centro de Santiago en 1943.
Pero Traslaviña, que había aprendido el piano de oído, no tuvo límites musicales. Fue activo músico de la bohemia capitalina, importante animador musical en El Rosedal y el Nuria, sesionista de todo tipo de géneros de la música popular, desde el swing al tango y desde los ritmos tropicales hasta la cueca, que probó junto al famosos grupo Los Chileneros.
Con la llegada del régimen militar, esa bohemia del centro capitalino, de los barrios San Diego, Matta y Mapocho fue suprimida. Traslaviña dejó de aparecer activamente. La recuperación de su figura y su toque pianístico llegó tiempo después, de la mano de músicos jóvenes que valorizaron a los astros de la vieja guardia.
Álvaro Henríquez, líder de Los Tres, convocó al pianista a sucesivas versiones de La Yein Fonda, mientras que Ángel Parra padre se fijó en su sabiduría para incluirla en su disco Brindis y cuecas caballas (2000). El musicólogo Álvaro Menanteau, autor del libro "Historia del jazz en Chile" (2003) da su última descripción de Rafael Traslaviña: "Sin duda fue el mejor exponente local de su generación que logró vincular el jazz con la cueca".