Una imagen del clásico ''El gran dictador'' de Charles Chaplin.
AP
BERLÍN.- Berlín recuerda el 80° aniversario de la visita de Charlie Chaplin a la ciudad con una retrospectiva de toda su filmografía, que arrancará con la proyección pública de la película "El gran dictador" ("The Great Dictator") ante la simbólica Puerta de Brandeburgo.
La segunda edición de la iniciativa, denominada "Berlín-Babylon. El Festival de Cine Mudo en vivo", contará con la presencia de la hija del artista, la actriz Geraldine Chaplin, explicaron hoy en rueda de prensa los organizadores de la muestra.
"El regreso con esta película del cómico y genial cineasta a la Puerta de Brandeburgo es un triunfo intemporal del arte y de la humanidad: Chaplin y Berlín han sobrevivido al terror, el amor de los berlineses hacia Chaplin está intacto, las risas compartidas triunfan sobre la violencia", indicaron los organizadores en un comunicado.
Según el cineasta alemán, Volker Schlöndorff, padrino del festival, Chaplin "tenía antenas especiales para detectar opresiones de cualquier tipo" y "ya en las primeras apariciones de Hitler fue capaz de darse cuenta por sus gestos de la clase de persona de la que se trataba".
La actriz Geraldine Chaplin, encargada de inaugurar la muestra, representa para la organización "un vínculo directo con su padre, Charlie Chaplin", según su director, Timothy Grossman.
Un día más tarde, la actriz quien, al igual que Chaplin hace 80 años, se hospedará en el hotel Adlon de la Plaza de París, hablará junto a David Robinson, crítico y autor de una de las biografías más reconocidas de Chaplin, sobre su padre, su personalidad, su obra y la relación que tuvo con el legendario artista.
Durante 24 días, el público podrá ver un total de 80 películas y podrá disfrutar de diez proyecciones acompañadas en vivo por la Nueva Orquesta de Cámara de Potsdam, dirigida por Timothy Brock, quien desde 2000 se dedica a restaurar a petición de la familia del cineasta todas las partituras de las cintas de Chaplin.
Así, la orquesta acompañará la proyección de "La quimera de oro" (1925), "Tiempos modernos" (1936), "El circo" (1928), "El chico" (1921), "Una mujer de París" (1923), "The Chaplin Review" (1959) y "Luces de la ciudad" (1931), ésta última presentada ese mismo año por el cineasta en Berlín.
El comisario de la muestra, Friedemann Beyer, destacó el buen estado de todas las cintas, mayoritariamente restauradas en la ciudad italiana de Bolonia, que se explica porque "el valor de estas películas fue reconocido pronto".
Completan el programa del monográfico "Chaplin Complete" una velada musical con canciones compuestas por el artista en los años 10 del siglo pasado, algunas de ellas sin publicar, así como piezas sobre el cineasta.
Además, una exposición con fotografías históricas, recortes de periódico, caricaturas y otro material de la época revela detalles sobre la visita de Chaplin a Berlín en 1931, donde fue efusivamente recibido por el gran público.
"Le reciben como un viejo amigo, '¡Eh, Chaplin!', y la gente no se da cuenta de que está saludando a un señor vestido con abrigo de pieles, zapatos buenos, sombrero sin abollar y con un bastón de paseo decente. Charlie es Charlie: también de paisano", escribía entonces el ya desaparecido rotativo berlinés "Berliner Tageblatt".
Acoge el festival la sala de cine Babylon, construida en 1929 por el arquitecto Hans Poelzig con escenario integrado, y en la que ya se proyectó "Luces de la ciudad" en 1931 y en 1989 en el marco de una pequeña retrospectiva con motivo del centenario del nacimiento de Chaplin.
El teatro, que fue reformado de forma integral en 2001, es uno de los pocas salas de cine mudo que sobreviven en Europa y cuenta además del órgano original y una pantalla en formato 4:3 con marco dorado, con un foso para la orquesta.
El festival de cine mudo, cuya segunda edición cerrará sus puertas el 7 de agosto, cosechó el año pasado un "éxito sorprendente" según Beyer, con unos 4.000 espectadores, que entre el 16 y el 25 de julio pudieron ver más de 40 clásicos del cine mudo mundial.