MONACO.- Mónaco, el segundo Estado más pequeño del mundo, celebra el próximo fin de semana la boda del príncipe Alberto II y su novia, la ex nadadora sudafricana Charlene Wittstock, con tres días de festejos, conciertos, bailes palaciegos y fiestas en las plazas y calles.
Los jefes de Estado de una veintena de países, 38 familias reales y cientos de celebridades están invitados al casamiento de Alberto de Mónaco, de 53 años, y la ex nadadora olímpica, de 33, con el que Mónaco espera garantizar el futuro del Principado.
"Serán 48 horas históricas", promete la dirección de turismo del Principado de Mónaco, que espera recibir a unos 200.000 visitantes en este pequeño territorio de 35.000 residentes, para festejar la unión de la pareja, que se conoció hace diez años.
El matrimonio civil tendrá lugar el 1 de julio en el Salón del Trono del palacio principesco, a las cinco de la tarde hora local. Será una ceremonia íntima pero se podrá seguir a través de pantallas gigantes en la Plaza del Palacio.
Al día siguiente, se celebrará la ceremonia católica al aire libre en el Patio de Honor de la residencia. Charlene se convirtió al catolicismo para poder casarse con el Soberano.
Pero los festejos comenzarán el jueves 30 de junio con un concierto del grupo Eagles en el estadio de fútbol Luis II, al que asistirán los novios, y al que están invitados todos los ciudadanos y residentes de Mónaco, los trabajadores del Principado y los habitantes de las localidades vecinas.
Y es que el príncipe Alberto "desea compartir los tres días de celebraciones de la boda con tanta gente como sea posible", se lee en la página oficial del enlace real en Facebook.
Tras la boda civil, Alberto y Charlene, que será conocida como Su Alteza Serenísima Charlene de Monaco, saldrán al balcón, antes de unirse a unos 6.000 súbditos de Mónaco reunidos en la plaza para degustar una comida al aire libre, donde habrá platos sudafricanos, en honor al país de la novia, y también exquisiteces mediterráneas.
Esa noche habrá un espectáculo de música y luz y un concierto de Jean Michel Jarre, que se retransmitirá en el canal Euronews a 60 países.
La ceremonia religiosa tendrá lugar el sábado a las cinco de la tarde, no en la catedral donde se casaron los padres de Alberto, Raniero y Grace Kelly, sino al aire libre, en el patio de honor del palacio.
Unos 4.300 personas han sido invitadas a la ceremonia en la que participará la soprano estadounidense Renee Fleming. La ceremonia de la boda será retransmitida en grandes pantallas en toda la ciudad.
Luego, la novia, que se prevé vestirá un diseño del modista italiano Giorgio Armani, depositará su ramo en la iglesia de Santa Devota.
La pareja no hará el recorrido por las calles de Mónaco en carroza, sino en un coche híbrido, testimonio de su interés por la defensa del medio ambiente.
Tras la cena oficial, que está a cargo de uno de los grandes chefs franceses, Alain Ducasse, se celebrará el baile en el palacio, lleno de lujo y glamour.
Al mismo tiempo, habrá fiestas en las calles, las visitas a los museos serán gratuitas y no se pagará por el estacionamiento ni por el transporte público.
A medianoche, un espectáculo de fuegos artificiales concluirá los tres días de festejos de este matrimonio del que depende el futuro del pequeño Estado. Charlene lo tiene claro, y afirma que quiere ser madre "cuanto antes".