El creador de "Spaceballs" y "Young Frankenstein", entre otros éxitos, cosecha una vida de premios artísticos y un pasado duro tras la Segunda Guerra Mundial.
27 de Junio de 2011 | 10:42 | DPA
LOS ANGELES/NUEVA YORK.- Mel Brooks es una de esas personas que puede con todo, y prueba de ello son sus numerosos galardones: a lo largo de cuatro décadas se ha hecho con algunos Oscar, Tonys, Emmys y Grammys. Con un humor mordaz, el rey de la comedia se ríe tanto de los demás como de sí mismo. "Soy casi un genio. Mejor dicho, soy un pequeño genio que preferiría ser grande y normal a un pequeño genio", dijo una vez.
Mañana cumple 85 años. Y con sus 1,65 metros de altura, sigue estando entre los grandes.
Con "Dracula: Dead and Loving It" el cineasta abordó en 1995 el género de vampiros. Leslie Nielsen interpretaba al bobalicón Drácula y Brooks a su rival Van Helsing. Dos años antes había parodiado al Robin Hood de Kevin Costner con "Robin Hood: Men in Tights" y en 1987, "Spaceballs" había sido su alocada aproximación a la ciencia ficción. "Young Frankenstein" y "Blazing Saddles" fueron sus incursiones en el cine de terror y el western en los años 70.
Mel Brooks nació como Melvin Kaminsky en Brooklyn, Nueva York, hijo de emigrantes judíos. Su padre procedía de la ciudad polaca de Gdanks y su madre de Kiev, la capital ucraniana. A finales de la Segunda Guerra Mundial, Brooks formó parte de un comando especial para retirar minas antipersonales.
Tras la contienda, se hizo un nombre con la batería y como cómico y subió a lo más alto como escritor de chistes para series de televisión junto a Woody Allen.
Su primer Oscar llegó en 1964 con el corto animado "The Critic" y el segundo, cuatro años más tarde por el guión de "The Producers".
Para su hilarante debut en la dirección eligió a Gene Wilder y Zero Mostel como protagonistas de una historia que no podía ser más absurda: los productores de Broadway Max Bialystock y Leo Bloom querían llevar al escenario un fracaso garantizado para timar a sus patronos y tumbarse al sol. Y buscando cuál sería la peor protesta acabaron poniendo en marcha una historia sobre Hitler homosexual. Frente a todas las expectativas, la obra fue celebrada como una genial sátira y cosechó un gigantesco éxito.
En 2001, Brooks retomó su alocada historia de nazis, judíos y rubias y convirtió "The Producers" en un musical de Broadway. La parodia de Hitler se convirtió en toda una sensación que cosechó un total de 12 premios Tony y pasó a ser la obra más premiada de Broadway.
Después, en 2005 se hizo un remake con Uma Thurman, Nathan Lane y Matthew Broderick.
El año pasado, Brooks recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, y a la ceremonia en el famoso bulevar se llevó a uno de sus cuatro hijos, Max, fruto de su segundo matrimonio con la actriz Anne Bancroft (Mrs. Robinson, en “El Graduado” y ganadora de un Oscar por "El milagro de Ana Sullivan"). Con la actriz estuvo casado desde 1964, hasta que ella falleció de cáncer al útero, en 2005, a los 73 años.