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Nuevo libro sobre la cueca se interna en las profundidades del barrio Matadero

Esta tarde se lanza en la Sala América de la Biblioteca Nacional "Por la güeya del Matadero", de las historiadoras Araucaria Rojas Sotoconil y Karen Donoso Fritz.

30 de Junio de 2011 | 12:30 | Emol
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Los misterios del canto y la cueca centrina del barrio Matadero están en este trabajo, que incluye un disco de Los Chinganeros como muestrario.

SANTIAGO.- La maestra Margot Loyola y el folclorista Osvaldo Cádiz acaban de lanzar un libro que recorre los más de cincuenta años de investigaciones sobre la cueca esparcida por el territorio nacional. "La cueca, danza de la via y de la muerte" es un manual del canto, la música, el baile y la cultura en los campos desde Putre a Porvenir. Pero éste trabajo va en otra dirección.


Se titula "Por la güeya del Matadero" y es un recuento de memorias de la llamada "cueca centrina", escrito por las historiadoras Araucaria Rojas Sotoconil y Karen Donoso Fritz, se introduce en uno de los epicentros fundamentales de la cueca urbana, el barrio Matadero, de la capital.


Esta tarde, a las 10:30 horas, se presenta en la Sala América de la Biblioteca Nacional (Moneda 650, Santiago).

El libro, que además está acompañado de un disco con abundantes cuecas centrinas por el grupo Los Chinganeros, recoge las principales costumbres y faenas en torno al oficio de matarife y cuequero.

Duelos, picadas, jaranas y casas de señoritas


Duelos de chuchillo, casas de niñas y faenas propias del Matadero, aparecen son descritos como las principales prácticas sociales de personajes conocidos como cuadrinos (obreros dedicados a la matanza y faena de animales). Su organización, sociabilidad y festejos hizo aflorar hasta nuestros días un canto particular y ese “enunciado colectivo” en torno a la cueca, que Fernando González Marabolí describió como "güeya".


A través de 150 páginas, "Por la güeya del Matadero" además describe los elementos distintivos de este canto, según los conocimientos conservados al interior de la memoria de la familia González Marabolí. Ese legado queda en manos del grupo Los Chinganeros, que hoy es dirigido por Luis Castro González, sobrino y discípulo de Fernando González.


Las cuecas seleccionadas, provienen de la tradición del Matadero entorno a picadas y el trabajo. Tres de ellas están cantadas sin instrumentos, solo con el acompañamiento de palmas y tañido, en lo que se conoce como “canto de alta escuela” o “canto a la rueda”, práctica característica en los alrededores del barrio.

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