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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 13:36
KARLOVY VARY (R. CHECA).- A menos presupuesto, más ingenio. Ésta es la receta del nóvel director español Jonathan Cenzual Burley, que ha conseguido estrenar su primera película, "El alma de las moscas", en una de las secciones a concurso del Festival de Karlovy Vary.
La cinta ha llamado la atención por su ínfimo presupuesto: Apenas costó una cifra inferior a mil euros. Sin embargo, para el director salmantino (nacido en 1980 y residente en Londres), ése es sólo un detalle. "Las historias no cuestan dinero, pero muchas veces eso se olvida", dice.
La historia de dos hermanos que desconocían la existencia el uno del otro hasta que reciben una invitación para asistir al funeral de su padre, es la única de habla hispana que compite, con otras once cintas, en la sección "Forum of independents" del certamen de clase "A" que se clausura mañana.
Eva Zaoralová, que fue directora artística del festival desde 1995 y hasta 2010, y que este año hizo la selección de filmes para esa sección, eligió "El alma de las moscas" como una de sus dos películas a descubrir, debido a su auténtico "espíritu independiente".
"A través de su innovadora poética visual llena de absurdo, humor y melancolía, Cenzual Burley demuestra que la poesía no se crea con imágenes poéticas, sino con la forma en la que miramos el mundo", describe el festival al filme.
Rodada en tres fines de semana con una cámara casera, el director, guionista y montajista de su primer largometraje confiesa que tardó dos años en editarlo, porque sólo podía avanzar en esa tarea durante su tiempo libre.
"La grabé con un equipo de siete personas, los actores en su mayoría son no profesionales. Es más, ni siquiera son actores, están mi padre, mis abuelos, a toda esta gente no se le pagó", explica el joven realizador.
El único actor de oficio es Javier Sáez, mientras que la música fue hecha por Tim Walters y Andrea Calabrese, dos amigos del director que renunciaron a cobrar.
El secreto para hacer una película con semejante presupuesto es "centrarse en lo básico" y contar historias sencillas y cercanas. "Hay que buscar la magia en lo que tienes alrededor, la gente se rompe la cabeza muchas veces en querer contar una historia magna, grandiosa", subraya.
"Quería crear una fábula, un cuento como los de antes, de realismo mágico", afirma el director, quien se emocionó con el estreno de la cinta en el certamen a sala llena, además de la positiva reacción del público.
Aunque la película compite por el premio a la mejor producción independiente, el director cree que apenas tiene opciones, debido al alto nivel de la sección. "No hay que perder la perspectiva", dice para recordar las limitaciones que impone un presupuesto tan ajustado.
