Anjelica Huston ha logrado mantenerse fuera de la sombra de su padre, uno de los grandes directores estadounidenses de todos los tiempos.
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LOS ANGELES.- Brilló como amante de mafiosos adicta al tabaco, mordió como la vampiresa Morticia Adams, se metió en la piel de excéntricas esposas e incluso tomó la batuta como presidenta de Estados Unidos. Anjelica Huston, que hoy cumple 60 años, encarna a la perfecta actriz de Hollywood para mujeres con carácter.
Sus 1,78 metros de altura y su artistocrática nariz llaman la atención en esta diva de pelo negro. Al principio odiaba su nariz, algo que no ha dudado en confesar. "Pero uno se hace adulto y se da cuenta de que quizá no es tan malo no haber nacido como una Barbie", dijo la estrella.
De su padre, el legendario cineasta John Huston, heredó el tamaño, y de su madre, una bailarina italoamericana, su exótica belleza. Huston estaba rodando con Humphrey Bogart y Katharine Hepburn "La reina de África" cuando Anjelica llegó al mundo en la californiana Santa Mónica. La mayor parte de su infancia la pasó en Irlanda e Inglaterra, pero tras el accidente mortal que sufrió su madre regresó a Estados Unidos a los 18 años. Halló trabajó como modelo y en 1969 se puso por primera vez ante la cámara de su padre.
Su drama "Paseo por el amor y la muerte" supuso el debut en la gran pantalla de la joven actriz. Quince años más tarde, Huston dio a su hija un papel secundario en la comedia de mafiosos "El honor de los Prizzi", donde deslumbró junto a Jack Nicholson y Kathleen Turner y cuyo papel de amante le valió su hasta ahora único Oscar. También actuó en la última película de su padre, "Dublineses (Los muertos)" (1987).
Ya en 1981 había compartido cartel con Nicholson en el thriller "El cartero siempre llama dos veces". En aquel entonces, mantenían ya una relación en secreto que se prolongó tormentosamente durante 15 años. Se rompió definitivamente cuando el actor dejó embarazada a la mejor amiga de su hija Jennifer, la modelo Rebecca Broussard. En 1992 Huston se casó con el escultor Robert Graham, con quien vivió hasta la muerte de éste, en 2008.
La actriz trabajó en dos ocasiones con Woody Allen, para "Crimenes y pecados" (1989) y "Un misterioso asesinato en Manhattan" (1993). Stephen Frears le puso una peluca rubia y la convirtió en una traidora con dos caras en "The Grifters" y en "La familia Adams" mostró sus dotes de chupasangre como Morticia. En "Deuda de sangre" se convierte en una oscura médica que pone en aprietos a su paciente, Clint Eastwood.
El cineasta Wes Anderson la fichó en tres ocasiones: la familiar "Los excéntricos Tenenbaums", donde daba vida a una esposa abandonada; "Life Aquatic", convertida en fumadora empedernida y mujer del investigador marino Steve Zissou (Bill Murray), y "Viaje a Darjeeling" (2007), donde se traslada a la India.
En la serie de televisión "El factor Hades" (2006) se transformó en una presidenta de Estados Unidos que se enfrenta a la epidemia de un virus mortal y en la cinta indie "Choke" es la trastornada madre de un hijo adicto al sexo. Esta comedia negra obtuvo en 2008 el premio especial del jurado en Sundance.
Huston siguió el ejemplo de su padre y se puso también tras la cámara en "Agnes Browne: Un sueño hecho realidad" (1999). Con la mirada puesta en su infancia en Irlanda, narra la historia de una viuda irlandesa en los años 60.
La actriz hace años que critica la tendencia de Hollywood a preferir rostros más jóvenes. Y ella no quiere oír hablar de operaciones de belleza. Por eso, a sus 60 años elige papeles para los que no es necesario el bisturí. A partir de este otoño (boreal), encarnará a una cínica productora de teatro al mando de un musical sobre Marilyn Monroe en la serie "Smash" de NBC.