Este martes se presentará en México el libro ''Mario Moreno 'Cantinflas': El actor, el torero, el empresario, el hombre''.
Archivo El MercurioCIUDAD DE MÉXICO. - La sala principal del Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México se colmó el lunes de recuerdos y aplausos para celebrar al comediante Mario Moreno "Cantinflas", como parte de los festejos por los 100 años de su nacimiento.
El homenaje comenzó con una presentación de cortos de sus películas y una imitación del actor mexicano Carlos Espejel, dentro de un programa dividido en cinco partes: el actor, el ser humano, los oficios y carreras, el amigo y la despedida, con la orquesta Esperanza Azteca de Puebla.
El sobrino del comediante, Eduardo Moreno Laparade, emitió unas palabras en honor a su tío y señaló que Bellas Artes es un lugar especial para el recuerdo de "Cantinflas", porque ahí también fue despedido.
El testimonio de la periodista Irene G. de Lanz, sobre cómo conoció a "Cantinflas", el que más entusiasmó al público, que se carcajeó y conmovió al saber cómo en una entrevista que "Cantinflas" le concedió no tomó las fotografías que creyó le había hecho.
Tras pedir una nueva entrevista de urgencia al comediante, a quien contó, hizo poner una pijama y posar de mil maneras en el primer encuentro, éste se la otorgó y le agradó tanto el resultado del trabajo que le prometió que serían amigos para toda la vida.
"Al mes salió la entrevista y salió con él en su portada y a las ocho de la mañana me despertó el teléfono y era él, me dijo: 'señora, si le satisface saberlo, estoy llorando, me encantó la entrevista'. Me llenó la casa de flores y en uno de tantos arreglos me enviaba una preciosa escultura de marfil que a mí me había gustado en su casa", detalló.
"También me envió una tarjeta de él personal que decía: 'gracias señora, quiero ser su amigo toda la vida' y lo cumplió, fue mi amigo entrañable, confidente, nada hubo entre nosotros. Un día le dije: 'Mario, ¿verdad que tu yo nos queremos tanto que podríamos dar la vuelta al mundo y regresar castos?' Se me quedó viendo y me dijo: 'ay Irene, quién sabe'", a lo que todo el teatro respondió con una risa.
La velada en honor del "Mimo de México" concluyó con la participación de la orquesta infantil Esperanza Azteca de Puebla, que durante toda la noche amenizó el encuentro y se robó las miradas por su talento.
En la orquesta, un pequeño trompetista caracterizó a "Cantinflas", demostrando que pese a la muerte de actor en 1993 a causa de un cáncer de pulmón, su figura sigue viva, querida y recordada por todas las generaciones.
En el marco de este homenaje se presentará este martes el libro "Mario Moreno 'Cantinflas': El actor, el torero, el empresario, el hombre".