Mideo Cruz posa orgulloso junto a la obra que desató la polémica en Filipinas. Por ahora, nadie más podrá visitarla.
ReutersMANILA.- El Centro Cultural de Filipinas anunció hoy el cierre temporal "por seguridad" de una exposición tildada de "blasfema" por la Iglesia, en la que un crucifijo aparece adornado con figuras fálicas, y que mezcla símbolos religiosos con preservativos.
Karen Flores, directora del museo, afirmó que todas las exposiciones del centro han sido cerradas al público como medida preventiva, después de que la semana pasada la controvertida obra "Poleteismo", del artista Mideo Cruz, fuera objeto de actos vandálicos.
Dos individuos sin identificar irrumpieron en la galería y arrancaron varios falos que estaban adheridos a imágenes de Jesucristo, y realizaron rayados contra el artista.
El cierre se produce después de que lo exigiera la Conferencia Episcopal filipina, respaldada por varios grupos católicos, ya que la muestra "insulta los valores religiosos".
"Poleteismo" se compone de un mural en que se mezclan imágenes de Cristo con preservativos y una multitud de elementos de la cultura pop, con los que Cruz dice explorar "cómo la gente crea mitos sagrados".
Frente al mural se levanta un crucifijo de madera carcomida y remachado con trozos de lata de Coca Cola, adornado con un falo de color rojo, que según el artista es un símbolo de "adoración y poder" en varias civilizaciones.
Cruz también incluyó una pequeña estatua de Cristo con orejas parecidas a las de Mickey Mouse, fabricadas con latas de Coca Cola y una nariz de payaso.
La ex primera dama filipina y hoy congresista, Imelda Marcos, que también aparece representada en la obra, afirmó ayer tras visitar el museo que había convencido a sus responsables para que cancelaran la exposición.
"Esto no está bien. Es feo y, sobre todo, una profanación de un símbolo sagrado", dijo Marcos, quien ideó la creación del Museo hace cuatro décadas.
El cierre de la exposición, inaugurada el pasado 17 de junio, estaba inicialmente previsto para el próximo 21 de agosto.
La Iglesia conserva una gran nfluencia en Filipinas, un país en que el 80 por ciento de los 95 millones de habitantes se declaran católicos.