Doraemon se replica en todo tipo de iconografías y objetos de culto en Japón. Su fama traspasó las fronteras del extremo oriente y hoy es figura global.
EFE
TOKIO.- Es un pequeño gato robot azul procedente del futuro que ha servido de inspiración para una serie de televisión de dibujos animados, fue embajador de la cultura japonesa de las caricaturas y es amado en todo el mundo.
Ahora, el famoso
Doraemon tiene su propio museo a las afueras de Tokio, aunque comparte espacio con su creador, Fujiko F. Fujio.
La colección del museo cuenta con 50 mil artículos, muchos de los cuales son dibujos originales, así como el escritorio y otras cosas usadas por Fujio hasta su muerte en 1996. El edificio del museo cuenta también con un pequeño teatro y una cafetería.
Enviado de vuelta al presente para ayudar a un desafortunado estudiante llamado Nobita a salvarse de una vida llena de fracaso y a sus descendientes de una vida plena de miseria, Doraemon a veces utiliza artilugios del futuro para resolver los problemas de Nobita.
En muchos episodios la serie ofrece lecciones sobre valores morales. "Personalmente creo que el hecho de que los niños de todos el mundo lean y se diviertan con Doraemon es una afirmación del hecho de que los niños son niños independientemente de dónde se encuentren", dijo la viuda de Fujio, Masako Fujimoto.
La serie de dibujos animados Doraemon está traducida a más de 30 idiomas y sigue siendo muy popular en muchos países. Doraemon fue elegido embajador de la cultura japonesa de los dibujos animados en el 2008. Aunque Fujio es famoso por Doraemon, el museo muestra también otras obras como "Obake no Q-taro", sobre un fantasma travieso.
El museo abrirá al público el 3 de septiembre.