MADRID.- Antonio Banderas asegura que el público tardará en "metabolizar" su nuevo proyecto cinematográfico con pedro Almodóvar, La piel que habito.
Para Banderas, encontrar un director que tiene el valor "de plantear estos universos y de seguir explorando, y planteando preguntas, no tiene precio, y no sé si España lo va a saber agradecer ahora, pero al Pedro que se ha logrado metabolizar, al de las películas de los años 80 que originaron en su momento una hecatombe, le ocurrirá lo mismo, lo vaticino con 'La piel que habito'", enfatiza el actor.
Banderas presentó esta semana en Madrid la última cinta de Almodóvar, en la que interpreta al psicópata Robert Legrand, un médico obsesionado con la muerte de su mujer, a la que no pudo salvar de un incendio, y de su hija.
La película, un thriller futurista, cuenta la historia de Vera, una bellísima criatura creada por Legrand tras la muerte de su familia.
"Lo que quiere hacer Legrand va más allá de la sed de venganza, es un hombre que pretende jugar a Dios", señala el actor, que niega rotundamente desencuentros con Almodóvar, que le "descubrió" en 1982 con "Laberinto de pasiones" y con quien repitió en "Matador" (1986), "La ley del deseo" (1987) y "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988).
Confiesa que hubiera encarado al protagonista de "La piel que habito" de "otra manera, dándole "un tono caligulesco, pero Pedro no lo quería así".
"Y eso no produjo discusiones, sino trabajo. Poco a poco, hablando, entendiéndolo. Y aceptándolo -dice con humildad-, por la admiración, el respeto y la amistad que siento por él, y por creer (en él). Hace falta fe para saltar al precipicio que te propone; me daba miedo de que el personaje se quedara plano. Pero él tenía razón", indica.