El grupo tendrá una segunda fecha en Santiago, el próximo 14 de septiembre en el Centro Cultural Amanda.
El MercurioSANTIAGO.- Vienen de su mejor año internacional, jugando en las grandes ligas ya no sólo de Latinoamérica, sino también del mundo anglo. Con ese trajín llegaron Los Bunkers anoche al Teatro Caupolicán, donde mostraron las razones por las cuales hoy ocupan sin contrapesos el sitial mayor del rock chileno, y otro de avanzada en el continental.
Durante más de tres horas, y ante cinco mil personas que repletaron el recinto de San Diego, los penquistas mostraron su mejor forma, en un recorrido global por sus éxitos que sirvió para celebrar sus diez años de trayectoria profesional.
Entre clásicos de su repertorio, favoritos de la hinchada y temas de su último disco —el tributo a Silvio Rodríguez Música Libre—, el quinteto mantuvo el entusiasmo del público a tope, pese a las características casi maratónicas que la jornada tomó.
Así, y a más de dos horas de concierto, el coro popular no decaía con temas como "Y volveré" (Los Ángeles Negros), "Las cosas que cambié" y "Quien fuera", en un desborde que se reforzó con el iniciático clásico "Miño".
Entre acertadas proyecciones y un llamativo luminoso de fondo con el nombre del grupo —que ya pasearon por escenarios como el Metropolitan de México y el festival Lollapalooza en Chicago—, Los Bunkers regresaron al tramo final del show con "Pequeña serenata diurna" (de Rodríguez), cuya base sirve finalmente de introducción para "La exiliada del sur" (Violeta Parra), en un continuo que demuestra la ya histórica habilidad del grupo para dar con versiones refrescantes y propositivas para viejos clásicos.
"No me hables de sufrir" y "Llueve sobre la ciudad" son inevitables tras la pregunta al público sobre "cuál falta", en otra demostración de la empatía que los músicos no han perdido con los años, sin dejarse tentar por alguna clase de estrellato.
Pasada la medianoche, el final llega con "La era está pariendo un corazón", uno de los temas que interpretaron con Manuel García y que coronó una jornada entrañable, que abre paso a la nueva gira nacional de los penquistas. A estas alturas, un verdadero lujo que nuestras ciudades se pueden dar, con una banda mayor dentro y fuera de nuestras fronteras.