''No nos leemos entre nosotros'', reconoció Arturo Infante, de la Feria Internacional del Libro de Santiago.
Cristián Carvallo, El Mercurio
BOGOTÁ.- En el primer encuentro iberoamericano de directores de ferias del libro que se celebra en Bogotá, los representantes de más de 10 países buscan desde hoy romper las barreras que impiden la fácil circulación de libros en la región.
Los problemas en la distribución literaria residen, tal y como explicó el gerente general del Fondo de Cultura Económica de Colombia, Juan Camilo Sierra, en las distintas políticas económicas y comerciales de los países latinoamericanos que dificultan las exportaciones entre ellos.
A esto se añade el hecho de las diferencias culturales en lo que a editoriales se refiere ya que, como aclaró el presidente de la Feria Internacional del Libro de Santiago de Chile, Arturo Infante, "para que un libro uruguayo, por ejemplo, se lea aquí, tiene que pasar por una editorial española".
Infante agregó: "no nos leemos entre nosotros, no conocemos el desarrollo de la literatura en países muy cercanos", por eso una de las soluciones que busca este foro es crear un "portal donde todos los países puedan mostrar y encontrar las novedades de sus vecinos".
Bogotá así se ha convertido en un centro de debate sobre el acceso a la lectura, ya que no todos los involucrados en el sector opinan de la misma manera.
El director del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), Fernando Zapata, hizo hincapié en que "tras el Acuerdo de Alcance Parcial de ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración) de los años noventa se eliminaron toda suerte de barreras y aranceles".
Aseguró también que "sólo tres países latinoamericanos pagan IVA, Chile, Bolivia y Guatemala, los demás no tienen IVA y no existen barreras entre una frontera y otra, pero sí que encuentran subidas en los precios finales por el costo del transporte, ya sea por tierra o por aire".
En este sentido, el secretario general de la Feria Internacional del Libro de Madrid, Antonio María Ávila, aportó la experiencia española al lograrse un acuerdo especial con la aerolínea Iberia para reducir un 40 % las tarifas de transporte, tanto para personas como para mercancías, relacionadas con el mundo editorial.
"Lo que necesita este continente es afianzar las redes comerciales y hacer un esfuerzo para lograr que los editores se encuentren e intercambien experiencias", afirmó Ávila.
Todos los representantes estarán reunidos entre hoy y mañana en Bogotá para buscar soluciones y alternativas a la falta de conocimiento literario que estos países tienen entre ellos a pesar de compartir la misma lengua.