Cómo reaccionó Hollywood a la caída de las Torres Gemelas

LOS ANGELES.- Presentar un espectáculo de cualquier tipo, y en particular una película, sobre todo si estaba filmada en Nueva York y aparecían las Torres Gemelas, no era cosa fácil en las semanas y meses posteriores a los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Ante todo, se planteaba el asunto general de si era apropiado buscar un poco de diversión. Los estudios querían ser respetuosos con las películas en las que aparecían esas estructuras emblemáticas. Querían encontrar el tono justo, pero aparentemente nadie sabía cuál era.

Las Torres Gemelas del World Trade Center demasiado fáciles de reconocer, tan majestuosas y evocadoras. En "Secretaria ejecutiva" ("Working Girl", 1988) son un faro de esperanza; en el clásico póster de "Manhattan", de Woody Allen, forman una letra H. ¿Convenía borrarlas para no perturbar al público? ¿O dejarlas, porque todavía estaban en pie cuando se filmó la película?

"El brillo de una estrella" ("Glitter", 2001) es conocido hoy como un film hecho para promocionar a Mariah Carey. Pero su estreno fue apenas 10 días después de los ataques, y las torres aparecen en el fondo en un par de escenas... las únicas en las que aplaudieron los presentes en una función de preestreno en Nueva York, en una cinta que luego se transformaría en un fracaso.

El 28 de septiembre se estrenó "Zoolander", dirigida y protagonizada por Ben Stiller. Las torres fueron borradas de la versión final, lo cual resultó chocante. Una escena en la que el personaje principal, Derek Zoolander, pronuncia la oración fúnebre por unos amigos que murieron en una explosión también resultó chocante, sobre todo con los rascacielos de Nueva York como telón de fondo.

La comedia romántica "Señales de amor" ("Serendipity"), con John Cusack y Kate Beckinsale, se estrenó menos de un mes después del 11-S, pero transcurre en una Manhattan tan idílica que probablemente nunca existió. En la versión para el Festival de Cine de Toronto, se borraron las escenas en las que aparecían las torres para maximizar la felicidad.

El estreno de "Daño colateral" ("Collateral Damage", 2002), con Arnold Schwarzenegger, se aplazó de octubre de 2001 a febrero del año siguiente. Aunque la cinta está ambientada en Los Angeles, trata de una conjura terrorista para destruir varios edificios. Fue el alarde de sensibilidad más publicitado de Hollywood, aunque en el fondo era una película más de Schwarzenegger: espectacular, ruidosa y tonta.

El atentado también generó problemas a la campaña de marketing de "Spider-Man", ya que en el tráiler de la película los ladrones de un banco quedaban atrapados en una tela de araña tejida entre ambas torres. Los edificios también podían verse reflejados en la máscara del superhéroe en el afiche oficial. Todo este material intentó ser recuperado por parte de la distribuidora, pero aún así algunos afiches continuaron circulando y se transformaron en objetos de colección. El tráiler aún puede ser visto en internet. En la película final, los autores decidieron no remover las torres, que se ven muy rápidamente.

La aceptación de Hollywood

Con el tiempo, los cineastas empezaron a encontrar maneras de abordar la tragedia con un poco más de facilidad y confianza. El drama policial "Herencia de sangre" ("City by the Sea", 2002), con Robert De Niro y James Franco, se filmó en Nueva York a principios de 2001 y las torres aparecen de manera destacada en varias escenas. El estreno, que coincidió con el primer aniversario de los ataques, provocó estremecimientos en las salas.

Unos meses después de estrenó "La hora 25" ("25th Hour"). Lógicamente, por ser un cineasta que personifica Nueva York, Spike Lee ni soñaba con soslayar los ataques. Los títulos iniciales aparecen sobre un fondo de la ciudad en el primer aniversario, con dos haces de luz alzándose hacia el cielo desde lugar donde antes estaban las torres.

Los personajes encarnados por Barry Pepper y Philip Seymour Hoffman mantienen una larga conversación junto al ventanal del apartamento de Pepper, con vista al lugar de las torres. Hoffman le pregunta a Pepper si no piensa en mudarse, ya que el aire está tan contaminado. Pepper responde con una obscenidad, y agrega: "Aunque bin Laden venga a vivir al lado, yo no me voy".

Martin Scorsese prestó también un homenaje en "Pandillas de Nueva York" ("Gangs of New York", 2002), en cuya secuencia final se observa un montaje de cómo fue modificándose el horizonte neoyorquino hasta llegar a la presencia de las Torres Gemelas. Scorsese decidió dejarlas, porque su film era sobre la "construcción de Nueva York y no su destrucción".

Cinco años después de los ataques, Oliver Stone abordó frontalmente el tema en "Las Torres Gemelas" ("World Trade Center", 2006), con Nicolas Cage y Michael Peña encarnando a dos rescatistas atrapados bajo los escombros. Se preveía un enfoque político para la tragedia, pero Stone hizo una película poco profunda, visceral e intensa, sumamente realista en su retrato del miedo y el caos, las cenizas y el humo que envolvieron a Nueva York ese día.

Con el tiempo, la aparición de las torres se volvió a recibir con agrado. El documental "Man on Wire" (2008) de James Marsh muestra al equilibrista Philippe Petit cuando desafió la muerte en una cuerda floja tendida entre las dos torres en 1974.

La película atrapa totalmente a la audiencia, pero se remonta a una época más sencilla, de mayor inocencia. Sería imposible repetir ese acto en estos tiempos de medidas de seguridad rígidas y omnipresentes. Eso se debe precisamente a lo que sucedió el 11 de septiembre de 2001, una fecha que jamás se menciona en "Man on Wire", porque Marsh tiene la sensatez de comprender que no es necesario. La ausencia de las torres -y la razón de su ausencia- está implícita en la película, lo que le da un nivel de patetismo tácito y a la vez ineluctable.