MADRID/SAN SEBASTIÁN.- Con todo listo para que la edición 59 del Festival de San Sebastián suba mañana el telón, su nuevo director, José Luis Rebordinos, afronta el reto con "mucha ilusión", iniciativas para el futuro y el objetivo de que el certamen "se quite complejos".
Y es que después del despliegue de estrellas que pasaron hace unas semanas por la alfombra roja de Venecia, resulta difícil evitar la comparación. "San Sebastián es el hermano pequeño de los grandes festivales", reconoce Rebordinos. "Es el cuarto del mundo entre los festivales competitivos (después de Cannes, Venecia y Berlín), pero es que no nos podemos comparar", añade.
Por eso, el sucesor de Mikel Olaciregui al frente del certamen afirma que no se mira en Venecia, "porque para empezar tiene el doble de presupuesto". El certamen donostiarra apenas cuenta con siete millones de euros (unos 9,6 millones de dólares) y para mantenerse en primera línea "tiene que aumentar el presupuesto". Pero independientemente, "es más pequeño, hay que decirlo y hay que quitarse ese complejo", sostiene Rebordinos.
El director recalca que el certamen tine una sección oficial muy "sólida y heterogénea", que ofrece "muchos nombres propios como Terence Davis, Sarah Polley, Julie Delpy o Hirokazu Kore-eda". "Estamos muy contentos con el puzzle de películas que hemos logrado y con el jurado tan bien armado que tendrá la sección oficial", y que preside la actriz estadounidense y ganadora de un Oscar Frances McDormand.
Además, esta edición muestra una "apuesta muy fuerte por el cine español", que en las distintas secciones participa con un total de 15 películas. No en vano, la encargada de dar el pistoletazo de salida será "Intruders", un thriller psicológico de Juan Carlos Fresnadillo con un reparto internacional encabezado por Clive Owen, Pilar López de Ayala y Daniel Brühl.
Y como seña propia de identidad, San Sebastián se propone marcar la diferencia entre el resto de festivales convirtiéndose "en la puerta de entrada del cine latinoamericano en Europa", explica Rebordinos.
Así, este año compiten por la Concha de Oro "Los Marziano", de la argentina Ana Katz, y "Las razones del corazón", del maestro mexicano Arturo Ripstein. Aparte de las habituales secciones Horizontes Latinos y Cine en Construcción se proyectará el ciclo "Cine mexicano contemporáneo" y se buscará sobre todo "impulsar las actividades de encuentro, la industria, que San Sebastián se convierta en el principal mercado para el cine latinoamericano y también para el europeo".
La presencia de Chile en el encuentro cinematográfico quedará expuesta en Horizontes Latinos, categoría en la que competirán las cintas Bonzái, de Cristián Jiménez, "Ulises", de Óscar Godoy y "Anónimo", ópera prima de Renato Pérez.