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Lenny Kravitz recuerda la discriminación hacia su música por no ser ni blanca ni negra

El cantante promueve hoy el desembarco definitivo del sueño de Martin Luther King, con todo el planeta conviviendo como un solo ser. Su reciente disco, "Black And White America", habla de ello.

21 de Septiembre de 2011 | 17:34 | EFE
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Kravitz se ha paseado por diversos países presentando su nuevo disco.

Reuters

MADRID.- Más de veinte años después de que sus primeras maquetas fuesen desechadas por no sonar "suficientemente negras" o "suficientemente blancas", Lenny Kravitz celebra la edición de Black And White America, disco en el que enarbola el sueño de Martin Luther King, "que no se ha cumplido aún", pero que "avanza", cree el cantante.

"En 1963 mi padre se casó con una mujer negra", canta Kravitz —hijo de un productor judío y de una actriz de raíces caribeñas y africanas— en el corte que da título a ese álbum.

"El sueño de King no trataba sólo de blancos, negros o de cualquier otro color, sino de todo el planeta conviviendo como un solo ser y sin violencia", dijo hoy en una entrevista en Madrid, donde presentó su noveno disco de estudio, publicado en agosto.

Kravitz (Nueva York, 1964) explica que Black And White America irrumpió en su mente cuando estaba inmerso en otro proyecto llamado "Negrophilia", que puso en paréntesis para facturar este canto a la mezcla de colores, estilos y temas. Recordó además cómo en sus comienzos su música fue desechada por no tener "el color adecuado".

"Desde mi primer álbum hasta ahora, he mezclado los géneros y seguiré haciéndolo", ha defendido el cantante, para quien su nuevo disco constituye "un amplio reflejo" de lo que es hoy.

Funk, rock y soul se entrecruzan en este trabajo, en el que la religión —como sucediera en Baptism (2004)— vuelve a ocupar un lugar destacado, tras publicarse en varios medios que se había acercado a Dios en los últimos años, incluso por la vía de la abstinencia sexual.

"Siempre he intentado acercarme más a Dios, ser mejor persona. Eso lleva tiempo, es un proceso", ratifica Kravitz, que destaca canciones del nuevo disco como "Life Ain't Ever Been Better", que habla de lo "agradecido" que está con Dios por lo que tiene.

Autor de éxitos como "American Woman", "I Belong to You" o "Fly away", Kravitz ganó el premio Grammy a la mejor interpretación vocal de rock por parte de un artista masculino cuatro años seguidos, de 1999 a 2002, y se calcula que ha vendido alrededor de 35 millones de discos en todo el mundo.

Kravitz no considera que sea imposible conciliar su vena espiritual con el mundo del rock and roll, ni con su imagen de sex symbol. "No pienso en ello", dice entre risas el artista, que agradece el cumplido, pero para quien esa faceta de su carrera "es la última cosa" que ocupa su mente.

Tras su participación en "Precious" (2009), Kravitz ha repetido la experiencia como actor en "Los juegos del hambre", adaptación de las novelas de ciencia ficción de Suzanne Collins, a cargo del director Gary Ross.

"Ha sido una experiencia fabulosa y el director ha sido maravilloso", apunta Kravitz, que se muestra "muy satisfecho" con su participación en el filme y que asegura que, con toda seguridad, volverá a trabajar como actor.

En esos primeros pasos en el mundo de la interpretación, coincide con su hija Zoe Kravitz, fruto de su matrimonio con la también actriz Lisa Bonet, y que ha intervenido en películas como "X-Men. Primera Generación" (2011).

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