NUEVA YORK.- Nada de "Submarino amarillo" en este caso, sino una princesa del mar y un ramillete de estrellas: el ex Beatle Paul McCartney ha dado sus primeros pasos como compositor de ballet, con el estreno el jueves por la noche de "Ocean's Kingdom".
Las críticas han acogido bien la obra presentada en el Lincoln Center. Es un ballet que cuenta la historia de una princesa llamada Honorata, secuestrada por una reina malvada antes de encontrar a su amado.
Paul McCartney, de 69 años, estuvo presente en el estreno en Nueva York junto a su prometida, Nancy Shevell. Las actrices Naomi Watts y Sarah Jessica Parker también estuvieron allí, junto a la hija del músico, la diseñadora de moda Stella McCartney, creadora del vestuario, en la que ha sido su primera colaboración profesional con su padre.
La coreografía es obra del danés Peter Martins, integrante del Ballet de Nueva York, quien celebró el poder haber realizado "una de las mejores colaboraciones de su vida", según comentó en una entrevista.
"La estrella más grande no fue un bailarín o el coreógrafo, o las numerosas celebridades. La estrella más grande era el compositor", comentó este viernes la cadena de televisión neoyorquina, NY1.
La música recordaba "a una música de película, melodiosa e integraba la historia en las melodías", escribió el New York Post.
La acogida en Gran Bretaña ha sido, sin embargo, más crítica como fue el caso del Daily Telegraph, que habló de "un ballet debutante".
La música "no era precisamente molesta", incluso en algunos momentos era "emocionante", pero la historia era "pueril" y "simplista".
"El final", añadía el periódico, "daba la impresión de tratarse de una obra de escolares, pese a la extraordinaria interpretación de una de las mejores compañías" de Estados Unidos.